Acuse de recibo
EL pasado 1ro. de febrero, y desde Avenida Ciudamar, no. 18503, entre 1ra. y 3ra., reparto Ciudamar, municipio habanero de San Miguel del Padrón, Luis Gutiérrez Urdaneta denunció aquí violaciones de peso del pan normado.
«He pesado durante varios días, decía, muestras del pan normado, producido en la panadería de calzada de San Miguel del Padrón y Cantera, que debe tener 80 gramos, con una balanza digital de alta fidelidad y comprobada. ¿Los resultados?: 26 de enero de 2023, cinco panes pesados con peso promedio de 47 gramos; 31 de enero, cuatro panes pesados con peso promedio de 55 gramos, y 1ro. de febrero, cinco panes pesados con peso promedio de 37 gramos.
«Resultados de la panera ubicada en Narcisa y 1ra., en el mismo municipio: día 27 de enero, dos panes pesados con peso promedio de 44 gramos; día 31 de enero, cuatro panes pesados con peso promedio de 45 gramos, y 1ro. de febrero, cuatro panes pesados con peso promedio de 57 gramos».
Añadía que en esta última panera, abastecida por una panadería, llegaba el pan a cualquier hora y en tandas, de manera que los vecinos debían ir más de una vez a ver si alcanzaban. Las colas a veces inmensas, y buena parte del tiempo no alcanzaba el pan. En todo enero, en nueve veces no pudieron comprar el pan. No alcanzaba.
Y contaba: «Pululan los vendedores clandestinos de pan, probablemente producido con la misma harina robada al pueblo, pregonando las bolsas con ocho diminutos panes a 150 o 200 pesos. Según la “oferta y la demanda“».
El pertinaz Luis vuelve para informar que aquel llamado a las autoridades no causó efecto alguno: todo lo contrario. El peso promedio del pan normado, en varias pesadas en febrero y marzo, tanto de la panadería de Calzada de San Miguel del Padrón y Cantera como de la panera de Narcisa y 1ra., no ha rebasado nunca, en el mejor de los casos, los 53 gramos: ¡el 66 por ciento del peso!
Añade que en la panera de Narcisa y 1ra., lo de la llegada incompleta y tardía del pan se ha agudizado, y ya rebasa el 30 por ciento de los días. «Hoy domingo 19 de marzo, dice, llegó a las 2:00 p.m., y a las 12 del día debió cerrar la panera. A la hora en que concluyo estas notas, 3:20 p.m., se está preparando mi hija para ir por tercera vez hoy a ver si alcanza el pan. Ayer no vino.
«En febrero, en la panadería de Calzada de San Miguel del Padrón y Cantera se comenzó a aplicar una de esas “audaces innovaciones” a las que la historia reciente nos aconseja temer: la venta limitada de pan de 50 gramos liberado a 10 pesos cada uno.
«Hoy compré seis de esos panes de “50 gramos”. El peso total fue de 205 gramos, a 34,2 gramos por unidad. Lo que se ha logrado, con la venta liberada, es el “blanqueado” de la harina robada. El resultado de esta “novedad” era esperado: en la industria cubana del pan, como en muchas otras, se ha afianzado como institución el robo ante la mirada permisiva de las autoridades, que no han respondido a la publicación en Juventud Rebelde de este secreto a voces en más de un mes y medio: O no leen la prensa o no les interesa la opinión pública.
«¿No consumen pan esas autoridades ni sus familias y amigos, o en las panaderías donde lo adquieren estos problemas no ocurren o tienen una fuente de abastecimiento diferente? ¿Qué destino tiene el pan que no llega a la panera de Narcisa y 1ra.? ¿No será fuente del mercado ilegal? ¿Cómo es posible que se venda de manera liberada el pan de 50 gramos teóricos en la panadería de Calzada de San Miguel del Padrón y Cantera, si no hay suficiente oferta de pan normado, a escasas diez cuadras, en la panera de Narcisa y 1ra.?
«¿Será realmente insoluble el problema del pan en la sociedad cubana? ¿Es con esa actitud de convivencia con los problemas que se tratará de construir un 2023 mejor para el pueblo? ¿No es hora ya de que se tomen cartas en el asunto? No quisiera que me visitara ninguna comisión o funcionario. La respuesta se la deben al pueblo que está esperando ansiosamente», concluye.