Acuse de recibo
Domingo Onelio Caraballo Dampiel (calle Real, edificio 33, apto. 9, entre 31 y 32. Cojímar, Habana del Este, La Habana) cuenta en su carta que hace meses estuvo averiado por muchos días el servicentro o gasolinera del Cupet del reparto Camilo Cienfuegos, en ese municipio.
Y después de la reparación realizada, hubo que esperar varios días para su certificación. Al fin, empezó a funcionar después de tanta espera. Y había transcurrido aproximadamente un mes, cuando volvió a averiarse.
«Lleva ya varias semanas, afirma, sin que se le haga la reparación que merece. Sus tanques, aunque tienen combustible, no pueden prestar servicio.
«A cada rato paso por allí, y los dependientes, muy amables, te dicen que no han pasado a repararla. ¡Con tantos problemas que tenemos por la carencia de combustible en La Habana! Y nos damos el lujo de tener combustible en ese servicentro y no poder disfrutar de él, sin contar que cerca de este no hay otro, a no ser en Alamar, Bacuranao, Regla o rotonda de la Shell.
«¿Se imagina el recorrido que tienen que hacer los habitantes del reparto Camilo Cienfuegos o Cojímar para resolver este problema?», concluye Domingo.
El doctor Antonio Melis Simeón (calle 21, no. 1214, Bejucal) califica de muy interesante, claro y preciso, el artículo Insuficiente para tiempos difíciles que se publicó el pasado domingo, como valoración del nivel de respuestas institucionales a las quejas publicadas aquí en el primer semestre de 2022.
Y afirma que le hubiera gustado saber cuántas de las quejas eran causadas por el bloqueo estadounidense, y cuántas por la indolencia de nuestros servidores públicos. Pero recurre a un cuento humorístico que tiene mucha actualidad:
Un barco chino y otro cubano estaban sobre una mancha de peces en el océano. El chino sacaba toneladas de peces y el cubano, nada. Así, por mucho tiempo.
Contrariado, el capitán cubano pide reunirse con el capitán chino y le dice:
—¿Chino, qué tú haces que pescas y pescas y nosotros nada?
Nosotros celebramos reuniones semanales de nuestro Consejo de Dirección, donde analizamos con profundidad el problema de la escasez de pesca y tomamos acuerdos, creamos un grupo de trabajo especializado, hemos hecho planes de medidas que se chequean diariamente, constituimos un puesto de mando. Nuestro grupo de control interno analiza las causas y condiciones de hechos de corrupción y delitos, no sea que nuestros marineros sean corruptos o ladrones y nos estén robando la pesca. Constituimos tres comisiones, una contrapartida de las otras para analizar críticamente el por qué no pescamos, realizamos matutinos diarios y reuniones semanales con todos nuestros marineros. Es decir, que hemos identificado el problema, ya sabemos que nuestro problema es que no pescamos nada y estamos trabajando intensamente para darle solución. Elevamos los informes correspondientes, como está establecido y, sin embargo, ustedes pescan y nosotros no. Chino, ¿qué hacen ustedes para pescar?
El chino miró al cubano, se encogió de hombros y dijo:
—Pescar, nosotros lo que hacemos es pescar.