Acuse de recibo
El pasado 16 de febrero, y desde Caibarién, en Villa Clara, Pedro A. Pérez Santana refería que su casa está ubicada entre la constructora militar y una fábrica de sorbetos; y hacía tres meses que en dicha industria, al levantar una tapia de gran extensión, rompieron la tubería de agua que abastece a los vecinos del área.
Uno de los vecinos afectados fue a ver al Director de Acueducto y Alcantarillado, y lo que recibió fueron respuestas evasivas. El propio Pedro fue el 22 de noviembre de 2021 a ver al propio directivo, quien le dijo que al siguiente día mandaría una brigada al lugar. Y no fue ninguna brigada.
El 29 de noviembre se presentó en el Poder Popular a plantear su queja. Y la funcionaria que lo atendió habló por teléfono con el mismo Director de Acueducto y Alcantarillado. Este dijo que al siguiente día resolverían el asunto. Ella le indicó a Pedro que si al otro día no iba la brigada, volviera por el Poder Popular. El Director de Acueducto y Alcantarillado incumplió su promesa, y Pedro volvió el 1ro. de diciembre.
«¿Hasta cuándo se va a extender este problema?, preguntaba. ¿A dónde más tengo que dirigirme ante la falta de seriedad y de preocupación de ese funcionario? El problema no se resuelve, pero tampoco se da una explicación convincente y sigue pasando el tiempo», manifestaba.
Al respecto, responde Vladimir Santaya García, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villa Clara, que en noviembre ocurrió la primera avería, provocada por la Empresa Confitera mientras se realizaba el tapiado. Y el 13 de ese mes, por los reportes de los vecinos, la UEB municipal de Acueducto Caibarién restableció la tubería con un mínimo de recursos.
Y posteriormente en las mismas labores, los equipos mecanizados empleados en la tapia volvieron a romper la tubería causando un daño mayor: «Esa empresa dañó las redes pertenecientes a nuestro sistema en dos ocasiones, afirma. Como resultado, hubo afectación a los vecinos y por ende debían ocuparse de resolver esa situación».
Asegura Santaya que con respecto a la segunda rotura, la incidencia no les fue informada oportunamente. Y en enero fue que se conoció el problema, por medio de una queja en la Asamblea Municipal del Poder Popular.
«La solución, afirma, requirió la solicitud de recursos para la sustitución de 160 metros de tubería de 50 milímetros, que no estaban concebidos dentro de los planes de mantenimiento para el año. Y los trabajos de rehabilitación fueron realizados en cuanto se contó con esos recursos, el sábado 19 de febrero de 2022.
«En visita realizada por el Director Adjunto de la Empresa, el Director municipal y otros especialistas, se constató que el servicio está llegando a las viviendas sin dificultad, quedando pendiente por parte de la Confitera Caibarién soterrar esas tuberías para protegerlas, bajo la supervisión de los especialistas de Acueducto municipal.
«En el caso faltó orientación al promovente y el accionar de la entidad municipal nuestra, al no denunciar, recayendo toda responsabilidad de solución en nuestra empresa», concluye Santaya.
Agradezco la respuesta de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villa Clara y la rehabilitación de lo dañado, realizada después de la denuncia publicada aquí. Aunque se reconoce que hubo morosidad y desatención por parte de Acueducto Caibarién ante quejas continuadas, no se informa qué medidas se adoptaron con los responsables de esa lentitud, que tuvo en vilo a los vecinos.
Pero lo peor es que la Empresa Confitera, la causante principal de lo que sufrieron los vecinos en dos ocasiones, ni siquiera se ha dignado en responder a dos meses y medio de lo denunciado, ni en disculparse. Sería saludable que las instancias superiores de esa entidad investigaran por qué, a contrapelo de lo que está pidiendo la dirección del país, alguien ose desentenderse de dar una explicación a algo que trascendió públicamente. Da pena, mucha pena.