Acuse de recibo
Yoel Estrada Ramírez (Calle 14, Edificio 18, apto. 20, entre Calle Central y Vigario, Reparto Nalón, Guanabacoa, La Habana) cuenta que a fines de 2021 visitó a su familia en la provincia de Granma, y le preocupa la situación de su tía Josefa Ramírez Fonseca, una anciana de 70 años e inválida, que vive sola en Canabacoa, El Mamoncillo, en el municipio de Bartolomé Maso, y recibe la atención de una cuidadora a domicilio por Asistencia Social.
Le impactaron las quemaduras en los dedos de las manos de la señora, a causa del mal estado técnico de su silla de ruedas. El problema es que para mover la misma lo hace por los rayos de las ruedas; pues estas perdieron sus aros originales para ese propósito. Y, además, la situación que presenta su refrigerador, que lleva más de seis meses sin funcionar.
El 30 de diciembre, Yoel se presentó en el Gobierno municipal para comunicar tal situación a la Intendente, pero le fue imposible verla. El asunto, días antes, lo puso en conocimiento del delegado de la circunscripción, que a su vez es presidente del Consejo Popular. Y este le expresó que conocía del asunto, pero no había realizado la visita, al tiempo que prometió ocuparse del tema.
Ya de vuelta en La Habana, a fines de la primera quincena de enero, Yoel se comunicó por teléfono con la Intendente, quien se mostró dispuesta a atender el caso.
«Posteriormente, expresa, fueron reiteradas las llamadas telefónicas a la Intendente. Incluso, en una ocasión me expresó que había enviado una comisión para visitar a mi tía. Pero en comunicación sostenida con mi tía, me refiere que hasta la fecha no ha recibido ninguna visita».
«La última llamada a la Intendente la hice el 24 de febrero de 2022. Hoy por hoy tales problemas continúan sin atención. No obstante, reconozco que el delegado de la circunscripción, de conjunto con vecinos y familiares, la han ayudado con alternativas en la reparación parcial de la vivienda.
«A mi juicio, a pesar del llamado constante que hace la máxima dirección del país respecto a la atención que se le debe dar al pueblo, se denota falta de sensibilidad, reconocida por parte de algunos directivos; y en lo fundamental en aquellos que están en los territorios, en la base, que requieren de una
mayor vinculación con sus electores precisamente para su atención.
«Presentamos limitación objetiva de recursos por todo lo que conocemos, pero hay muchos problemas subjetivos. Se evidencia la carencia de creatividad para buscar soluciones alternativas a los problemas que tanto sufre nuestro pueblo», concluye.
Antonio Espinosa Arias (Calle 251 no. 8816, entre 88 y 90, Reparto La Cumbre, San Miguel del Padrón, La Habana) cuenta que el 20 de julio de 2019 se aprobó a su nombre y dirección el traslado del teléfono cuya titular era Kirenia Baldoquino Villam en calle 30 no. 10313, entre 103 y 105, Reparto La Magdalena, municipio capitalino Cotorro. Y consta oficialmente el tipo de traslado TB/TA, dice, con el cambio de titularidad realizado por la ejecutiva Helen Obediente, y aprobado por Lesmes Cabello Bello, jefe de la unidad comercial.
Al momento del traslado, añade, le informaron que en la cuadra donde radica había un par para la instalación, y debía presentarse en la Sucursal de Calzada de Güines, Reparto La Cumbre, para realizar los trámites.
Antonio contactó con el jefe de Tráfico, quien recibió el número del teléfono, y le solicitó que fuera al otro día a verlo. Pero el asombro fue cuando el directivo alegó que había que buscar los cables para la instalación ya que no contaban con tal insumo. Y, además, había que hacer ampliación, por lo que debía esperar.
«No fue hasta el 18 de marzo pasado que al ver el olvido en que me tenían, me presenté en la misma Sucursal y el Jefe de Atención a la Población me dijo que en el mundo entero ya no se usa teléfono fijo, que para eso están los móviles. Le pregunté que cómo quedaba mi problema y la respuesta tajante fue que me dirigiera a la Dirección de DTSR en Vía Blanca. Y me entregó una notificación disculpándose por no dar solución inmediata a mi reclamo.
«Trabajadores de ahí comentaron que en el almacén hay teléfonos de 400 minutos. Y cuando le hablé de ese tema respondió que debe esperarse que entren al país», cuestiona.