Acuse de recibo
Hoy siento satisfacción de servir humildemente al Proyecto Palomas, la Casa Productora de Audiovisuales para el Activismo Social que, liderado por la incansable cineasta Lisette Vila, va a cumplir en este 2022 20 años promoviendo la equidad de género y el respeto a la diversidad con enfoques de inclusión, y visibilizando la resiliencia como un valor esencial para Cuba.
Quien me escribe es Sergio Cabrera, el coordinador general de ese proyecto, para contar que en julio de 2021, ante las serias dificultades económicas del país y la escasez de fármacos, crearon una red denominada Acontecer de Palomas, mediante la solidaridad de cubanas y cubanos para donar gratuitamente medicamentos e insumos médicos en falta que necesitan compatriotas en cualquier rincón del país.
Esta cofradía del desprendimiento humano tiene ya a 1 254 personas confabuladas de toda Cuba a través de WhatsApp y Telegram. Muchos de ellos se acercaron a Acontecer solicitando la donación de un medicamento que les urgía, y hoy son activos promotores de la solidaridad. Y en los meses transcurridos desde su creación, Acontecer de Palomas ya ha logrado ayudar desinteresadamente a poco más de 11 000 personas, en contraste con esos deleznables especuladores que en las redes sociales lucran con las necesidades de algo tan sagrado para la vida como un medicamento.
Y como experiencia que crece, aumentan también las expectativas, asevera Sergio. Se han visto en muchos casos imposibilitados de llegar a todas las personas a lo largo de nuestra geografía, por los temas de distancia y transportación. De ahí que necesitan también conveniar una hermosa alianza solidaria con Ómnibus Nacionales, pues son vecinos muy cercanos de la Terminal de Ómnibus Nacionales.
Así, con la solidaridad de los choferes, podrá llegar el medicamento a su destino, y lo puedan recibir los familiares de las personas enfermas.
«Confiamos en que la buena voluntad de todas y todos pueda hacer posible esta petición, que aliviará y seguirá tejiendo lazos hermosos en medio de las oscuridades de estos tiempos», manifiesta Sergio.
Y este redactor se suma a la convocatoria, y la extiende a todos los sistemas de transportación del país, incluido el privado, para que se alisten en el vuelo solidario de Palomas por toda la geografía nacional.
María Elena Ruiz Pérez (calle 74 No. 4718, entre 47 y 70, San José de las Lajas, Mayabeque) cuenta que en su cuadra hay un local que pertenecía a la empresa de Comercio, el cual improvisadamente, y sin tener los requisitos acústicos, un buen día lo convirtieron en local de Fiestas Turquino, una amenaza al sueño de los vecinos los sábados en la noche por los altos decibeles.
«Dos personas compiten a ver quién grita más haciendo juegos de participación, que más parecen una competencia deportiva. Dicho local tiene pared común con la vivienda número 4716 de la calle 74, donde vive una anciana de 90 años. El escándalo se escucha en toda la cuadra y alrededores. Considero que ese local podría ser utilizado por ejemplo como escuela de taichi (cuestión que hace años demanda el pueblo) u otra actividad diurna que no moleste a los vecinos.
«Me pregunto si un local de fiestas se puede ubicar sin ningún tipo de requerimientos y sin tomar en cuenta los derechos de los vecinos. La selección de un lugar para fiestas no puede improvisarse. Existen otros muchos lugares en San José de las Lajas donde este tipo de actividad escandalosa podría hacerse sin molestar. Por ejemplo, en el Rodeo, Pino Alto u otro que tenga el aislamiento acústico necesario para no molestar a los habitantes cercanos.
«Se está violando la norma del silencio. Los vecinos tenemos derecho al descanso o a escuchar lo que sea de nuestra preferencia escuchar. En ese horario imposible ver TV o tratar de dormir. Hay que esperar pacientemente que se termine la fiesta.
«Esta queja fue enviada en carta a la Intendente del municipio el 27 de diciembre de 2021, pero hasta ahora no hay respuesta. También traté de enviar la queja a través del portal del ciudadano de la provincia de Mayabeque y siempre da error. Le agradecemos de antemano su atención y ayuda para lograr que este problema “sea oído”», concluye.
Ojalá no haya «sordera» en las autoridades de San José de las Lajas para ese justo reclamo, María Elena.