Acuse de recibo
Julio S. López Cuesta (Calle 15 s/n, entre 464 y 466, Guanabo, municipio de Habana del Este, La Habana) fue, junto a otros vecinos de ese balneario, damnificado del huracán Irma en septiembre de 2017. Su vivienda quedó inhabitable e irreparable.
Por eso agradece al Estado cubano que ágilmente, ya en noviembre de ese año, comenzaran a construirles a él y a otras muchas familias nuevas viviendas.
En agosto de 2018 les fueron otorgadas las nuevas casas. Pero… la propiedad, siempre la propiedad… Lo más difícil y costoso se logra, y lo meramente burocrático, de papeleo, se dilata… Sí, la propiedad una vez más. ¿Hasta cuándo? Sale un año y entra otro…
Gracias a los reclamos hechos, pues la condición ilegal que les depara la ausencia de la propiedad no les permite hacer ningún trámite legal, supieron por una funcionaria de Inversiones de la Vivienda del Consejo de la Administración Municipal de Habana del Este, que la Dirección Municipal de Planificación Física no entregaba el habitable, pues el Ministerio de Turismo aún no había traspasado los terrenos sobre los que se construyó, al Gobierno municipal.
Desesperado por la tardanza, Julio, el 5 de diciembre de 2019, escribió al periódico Granma, el cual le respondió al siguiente día que su carta había sido enviada a la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana para su adecuada valoración y tratamiento. Pero el reclamante con tanta razón nunca recibió respuesta de estas autoridades.
«En el tiempo transcurrido hasta la fecha, manifiesta, se realizaron dos visitas por funcionarios de la Vivienda a quienes entregamos otra copia (en mi caso es la tercera) de los documentos de nuestras viviendas destruidas. Y en la pasada reunión de rendición de cuentas del delegado en noviembre de 2021, la compañera enviada por el Director Municipal de la Vivienda volvió a repetir la misma justificación, la que se consideró por todos como injustificada e inaceptable.
«Teniendo en cuenta que no se han cumplido las indicaciones del Gobierno reiteradamente aparecidas en la prensa escrita y televisiva, me dirijo a usted solicitando que contribuya a tramitar, a quien corresponda, la entrega de la propiedad de las viviendas que un grupo numeroso de vecinos habitamos desde hace tres años y cuatro meses, de ellos un año y siete meses antes de la llegada de la pandemia a nuestro país», concluye Julio.
Fernando Félix Doimeadiós Cuenca (Calle Alcides Poveda no.37 A, Floro Pérez, Gibara, Holguín) denuncia que en la recién remozada clínica dental del Consejo Popular Floro Pérez de ese municipio permanece un compresor en un local sin puerta, totalmente desprotegido.
Añade además que la puerta de entrada se pudrió y está clausurada. Para entrar, hay que pasar por el patio, sorteando una zanja de 500 centímetros de profundidad, que impide el paso a ancianos y discapacitados físicos. Y el techo de la sala de esterilización se cae a pedazos sobre la técnica y los equipos.
Lo peor es que, según el remitente, todo ello lo conocen las autoridades administrativas y políticas del municipio, pero no han hecho nada por exigir ante tales barbaridades.
Fernando Félix agradece todo lo que pueda generar su denuncia «en nombre de este pueblo, que no quiere perder este logro de la Revolución». Y trasmite felicitaciones por el nuevo año que reciprocamos.
¿Qué remozamiento de la clínica se hizo recientemente? ¿Se habrán renovado el descuido y la chapucería, el despilfarro y el irrespeto a la ciudadanía?