Acuse de recibo
Elder Velázquez García (Calle 8 No. 26, Pueblo Viejo, Jesús Menéndez, Las Tunas) todavía espera porque Etecsa le esclarezca las razones de la pérdida de saldo en su línea de telefonía móvil, algo que también afecta a otras personas.
Cuenta que a fines de julio pasado se percató de que el saldo de su línea había mermado de la noche a la mañana, sin que él hubiera realizado acciones que justificaran ese gasto. Y dando margen a la duda, no juzgó a priori, y recargó el saldo para poder usar el servicio. Dos o tres llamadas breves, un mensaje, y al intentar cursar el siguiente, le notificó que no podía enviar el mensaje. Al revisar el saldo, solo centavos quedaron.
De inmediato, pensó en una aplicación pirata y rápidamente reinstaló el móvil desde cero. Solo añadió Apk seguras y necesarias: Transfermovil, Apklis… en fin, lo básico. Nueva recarga, esta vez más precavido, solo algunos pesos para poder hablar lo estrictamente imprescindible. Una llamada, un mensaje, y nuevamente solo centavos.
Llegó a pensar: Me tomaron el número de la línea. Esta vez no van a robarme. Cambió la línea por la de su esposa, que no se estaba usando, y la recargó. Una llamada a las 9:30 p.m., un mensaje a las 10:00 a.m. del siguiente día… Y al tratar de pasar el segundo mensaje… nuevo robo.
Desde que descubrió la sustracción de su saldo visitó las oficinas de Etecsa en el municipio. Fue atendido muy amablemente por Armando, el comercial, quien después de realizar análisis con el sistema, le comunicó que no podía detectar nada que justificara el gasto del saldo. Que debía comunicarse con la sucursal provincial para que analizaran la situación. Eso fue en los finales de julio de 2021. Dos visitas más a las instalaciones de Etecsa, varias llamadas telefónicas y siempre el mismo trato amable y cordial. Pero cero soluciones: «…los compañeros de provincia no responden, están analizando…».
Elder perseveró. Utilizó el correo electrónico para comunicarse con Atención al cliente. El 3 de agosto de 2021 envié un mensaje con el asunto «Pérdida de saldo», en el que explicaba punto por punto todo lo ocurrido. El 4 de ese mes le respondieron, pidiéndole los datos de la línea afectada. Y como no podía conectar el celular pudo enviar lo solicitado el 6 de agosto.
La respuesta a ese correo le llegó el 15 de agosto. Y en el cuerpo del mensaje llegó la consabida frase: «…Es un placer atenderle…», «Los especialistas analizarán para darle respuesta en el menor plazo posible»… Le asignaron un código: 210815T000030404, y prometieron analizar la situación.
«Dos meses y días han pasado desde la primera
comunicación con Etecsa. Tiempo en el que no he podido usar a plenitud los servicios contratados con esa entidad, y sin tener respuesta de adonde ha ido a parar mi dinero.
«Etecsa es la única entidad que brinda ese servicio en el país. Estamos atados a ella, no hay de otra. Para usar los servicios debemos abonar, en calidad de prepago y a un precio que, sin cortapisas, está alejado de la realidad económica del cubano; aunque va mejorando, pero distante aún del verdadero poder adquisitivo de nuestro humilde CUP. ¿Cómo es que entonces no responden por la sustracción del depósito del que deben ser garantes y custodios?
«Es posible que se alegue el uso de aplicaciones no seguras, de violaciones de la seguridad, de piratería informática, y quien sabe cuántas cosas más. Pero, ¿quién me lo explica? ¿Quién me dirá cuál fue mi error, si es que he cometido alguno? ¿Quién me explicará qué debo hacer para evitar que se roben mi dinero? ¿Nadie tomará partido ante lo que considero una puerta trasera de la seguridad informática en Etecsa? ¿Cuándo podré usar mi celular nuevamente sin miedo a perder el saldo? Hace solo unos minutos me percato nuevamente de una sustracción de mi saldo. Como ve, los ladrones siguen haciendo su "pan"», concluye Elder.