Acuse de recibo
El pasado 8 de junio, y desde el barrio habanero de Santos Suárez, Noemí Francisca Santos contó aquí los sinsabores sufridos el 4 de ese mes para adquirir los medicamentos normados por tarjetón en la farmacia de Coco, entre San Benigno y San Indalecio, en ese barrio.
Refería que allí las personas marcan desde el día anterior. Y ese día, ella marcó a las 5:00 a.m. Antes de iniciar la venta, la administradora informó los medicamentos que se iban a vender y la cantidad por receta. Diabética insulinodependiente e hipertensa, ¡al fin Noemí pudo comprar sus medicamentos a las cinco de la tarde! ¡Doce horas de cola!
«Sin embargo, decía, pasaban varias enfermeras con el pretexto de hacer una pregunta y salían con medicamentos. La gente de la cola protestaba, pero parecía que las dependientes eran sordas al reclamo de la población.
«Aunque lo vivido fue horrible, añadía, esta situación se viene repitiendo desde hace tiempo. Como persona mayor de 65 años y vulnerable, que vive sola, le pido a Salud Pública que haga algo por nosotros en esa farmacia, en nombre de los adultos mayores y madres con niños que compramos allí.
«En mi opinión, se observan cosas increíbles y pienso que las dependientes faltan el respeto a la cola al atender personal por la izquierda. Todos los que marcamos a las 5:00 a.m. compramos después de las 5:00 p.m. Se debe implementar una organización de la cola para evitar a los coleros. Estamos conscientes del esfuerzo que hace el Estado para resolver la crisis en nuestro país bloqueado; pero lo que nunca entenderé es la falta de respeto en esa farmacia el día de la venta de los medicamentos, que genera comentarios muy negativos», concluía.
Al respecto, responde la doctora Dianelys Ávalo Fernández, directora general de la Empresa Provincial de Farmacias de La Habana, que una comisión provincial entrevistó a Noemí, a la administradora de la farmacia, al presidente del consejo popular de Tamarindo y a representantes de organizaciones de masas del barrio.
Y corroboraron que la insatisfacción de Noemí versa sobre la mala organización de la cola, y la falta de una persona que la organice. Refiere que es una paciente vulnerable y no tiene atención por ningún mensajero de la comunidad. Y plantea que las enfermeras engañan a las personas de la cola, pues dicen que van a hacer una pregunta y después salen con los medicamentos.
Se verificó, añade, que la farmacia está en la misma cuadra del policlínico Raúl Gómez García. Y las enfermeras llegan a esa unidad y solicitan permiso a la cola para pasar. «Eso, expresa, no depende de las trabajadoras de la unidad, ya que son las personas de la cola las que deciden si pasa el personal de la salud o no. Es realidad que en ese lugar se hacen largas colas y que la unidad no cuenta con quién organice este proceso».
Y todo ello fue corroborado por el presidente del consejo popular, por lo que no funcionan allí en tal sentido las indicaciones aprobadas desde un inicio por el Consejo de Defensa Provincial. Se comprobó, gracias a testigos de la comunidad, que en esa farmacia los días de entrada de los medicamentos se informa con transparencia los que llegan y las cantidades.
«La Comisión, añade, se dirigió al Gobierno municipal de Diez de Octubre, para de conjunto con sus autoridades cooperar en la organización de ese proceso, mediante la designación del organizador de cola y el mensajero de la comunidad. Y se acordó que tendrá un seguimiento por parte de la Unidad Básica los días de dispensación de medicamentos.
«Igualmente, la administradora de la farmacia se dirigió al cuadro centro del policlínico Raúl Gómez García para alertar sobre la presencia del personal de Salud en la farmacia en horario de trabajo, lo que fomenta indisciplina en la cola. Ello conllevó a un análisis integral del caso.
«Para el monitoreo y control del cumplimiento de las acciones implementadas, representantes de la FMC y los CDR informaron que la unidad funciona correctamente y el trato de los trabajadores es muy bueno. Y se adoptaron las medidas para que esos hechos no vuelvan a ocurrir».
Agradezco la respuesta. Y llama la atención que tuviera que publicarse la queja para que se accionaran todos los mecanismos ausentes. Ojalá se les dé seguimiento. Y además, ¿no es posible lograr una reducción del tiempo de cola?