Acuse de recibo
En plena epidemia del coronavirus colapsó la fosa de la casa de Leonel Boligán Castillo, un jubilado de 67 años, paciente de Oncología y con otros padecimientos, entre ellos limitación de locomoción en la pierna derecha; quien reside en calle Moncada, No. 49ª, en Alto Songo, municipio santiaguero de Songo La Maya.
Refiere el remitente que ante situación tan imprevista, tuvo que habilitar una vieja e inadecuada letrina, a la que no pueden acceder ni su nieta ni su suegro con 92 años. Por ello, el 2 de abril, Leonel fue a la oficina de Acueducto municipal a realizar el contrato y pago del servicio de fosa, con el número de folio 206.
Y le informaron que por problemas de combustible el carro llegaría el lunes 6 de abril. Pero no llegó. Y después de varias llamadas a diferentes instancias, el 17 de abril le enviaron un carro con problemas, que no pudo hacer nada.
El chofer del equipo le comentó que si le daban otro camión, parado porque el chofer tiene más de 60 años, él resolvería el problema. Leonel llamó al responsable de esos carros, quien le dijo que el segundo camión no tenía batería.
Leonel fue a ver a su delegada del Poder Popular. Y a ella le prometieron resolver el asunto inmediatamente. Y nada. El hombre llamó a Comunales también, y el martes 21 dio con Atención a la Población del Gobierno municipal. Allí le informaron que el responsable de Comunales se comprometió a resolver el fin semana. Y nada sucedió.
El 29 de abril volvió a ver a la delegada de su circunscripción. Contactó con la Jefa de Acueducto, quien respondió que enviaría el carro con problemas para que aliviara en algo la fosa.
«Hoy, 5 de mayo, nos encontramos en la misma situación», escribe Leonel.
Lo feo y lo sucio de algunos no podrá empañar el heroico empeño, no solo del personal de la salud, sino también de tantos cubanos que, humildemente y en silencio, se crecen por estos días trabajando por el prójimo, para sostener la vida de aislamiento que impone el coronavirus.
Félix Ernesto Torres Nodarse (Frank País 155, Puerto Esperanza, municipio de Viñales, provincia de Pinar del Río) considera que en medio de estos momentos difíciles que se están viviendo, es muy justo agradecer la labor de los trabajadores del centro de elaboración de alimentos de esa localidad.
«Realizan una labor muy importante para garantizar la alimentación de muchas personas, afirma. Trabajan incansablemente todos los días de la semana, creando diversos platos para beneficio de todos. La higiene del local y el buen trato los distingue. ¡Felicidades a tan valioso colectivo!», expresa Félix.
Desde su hogar en Avenida 60 no. 2119, en la ciudad de Cienfuegos, escribe Agustín Marcial Suárez Castillo, preocupado por las dificultades de un servicio de Etecsa como es el 113, tan urgido ahora con el aislamiento domiciliario necesario ante el coronavirus.
Cuenta Agustín que lleva días intentando comunicar con el 113, y siempre le responden que hay congestión en las líneas. Cansado de recibir la misma respuesta, llamó al 114 y le comunicaron que el 113 está fuera de servicio.
«En estos momentos, cuando no debe salirse de casa, ese es un servicio informativo imprescindible. ¿Por qué no hay acceso a él? ¿Nadie puede solucionar esto?», concluye Agustín.
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