Acuse de recibo
Miguel Hernández Fernández (Edificio 44, apto. 4, Avenida Mónaco, Reparto Julio Antonio Mella, Camagüey) es un trabajador por cuenta propia adscrito a la licencia de «organizador de servicios integrales para fiestas, bodas y otras actividades». Y como tal, asistió entusiasmado al seminario que se celebró el pasado miércoles, en la sede de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba en la capital agramontina, como parte del proceso de capacitación de ese sector no estatal que se desarrolla en el país.
Pero el trabajador no estatal salió decepcionado de allí porque, según cuenta en su carta, en el seminario, por la parte institucional que debe aclarar muchos asuntos y responder muchas preguntas, solo estaban representaciones de la Dirección del Trabajo y Seguridad Social y de la Oficina del Historiador. Brillaban por su ausencia los de la Oficina Nacional de Administración Tributaria, Transporte, Turismo, Comercio Interior y Cultura, entre otros.
«Es una falta de respeto para las personas que estuvimos allí. Queríamos aclarar algunas dudas, y no fue posible por la indisciplina de varios funcionarios de los organismos rectores y otros factores que están relacionados con el cuentapropismo en la ciudad de Camagüey».
Según Hernández Fernández no debemos ser partícipes de una cultura donde cada cual se ocupa de la parte que le corresponde. «Se debe aspirar a que se trabaje en sistema, de manera integral y con enfoque de solución de los problemas que afectan a las personas que somos parte de esta sociedad cubana y decidimos emprender un negocio bajo una licencia como trabajador por cuenta propia», afirma.
La disciplina tiene que comenzar por las instituciones estatales.
RESPONDEN A PROPIETARIOS DE ANIMALES DE COMPAÑÍA
El pasado 3 de junio, y desde La Habana Vieja, en la capital, Margarita García Navarro refería la molestia de muchos propietarios de animales domésticos, por la prohibición a los médicos veterinarios de las clínicas municipales de La Habana de hacer esterilizaciones y otras cirugías.
Señalaba que esos servicios municipales resolvían problemas de las comunidades, y a partir de la medida, todos los casos de cirugía deben atenderse en la clínica provincial José Luis Callejas, de Carlos III, con las consiguientes molestias de trasladarse los propietarios.
Responde Esmeregildo Martínez Gámez, delegado provincial de la Agricultura en La Habana, entidad a la cual está adscrita la medicina veterinaria. Y comienza explicando que el lugar donde se realizan operaciones quirúrgicas debe tener ambiente controlado y con medidas de bioseguridad que minimicen el riesgo de transmisión de patógenos al exterior.
Y precisa que esos requisitos no se pueden materializar actualmente en las clínicas municipales, por no poseer estas las exigencias de bioseguridad necesarias. Solo las hay en la clínica provincial de Carlos III, que fue reinaugurada en diciembre de 2017.
Y en esta, dice, los servicios quirúrgicos se dan en un salón provisional, pues el salón de cirugía no ha sido abierto por problemas técnico-constructivos, en los que se trabaja para lograr su funcionamiento a partir del 1ro. de septiembre.
Añade el funcionario que, con el proceso que lleva a cabo el Ministerio de la Agricultura, se creó la UEB de Clínicas y Consultorios en la provincia, entidad que labora por dignificar los locales donde se ofrece la atención primaria a los animales de compañía. Y en el período de un año han sido rescatados nueve consultorios que trabajan con condiciones adecuadas. Y continúa el rescate de los 20 restantes.
El Departamento provincial de Sanidad Animal, afirma, de conjunto con la dirección de la UEB, lleva a cabo la selección de aquellos consultorios que, por sus características constructivas, y cumpliendo los requisitos de bioseguridad, con la posibilidad de lograr un ambiente controlado, permitan la incorporación de las cirugías mayores.
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