Acuse de recibo
El pasado 12 de octubre, y desde Mayarí, Holguín, Denia de la Caridad González, enfermera en un hogar de ancianos, contaba aquí que en junio de 2017 solicitó la carrera de Medicina, por convocatoria para trabajadores de la Salud. Y el 28 de julio la secretaria docente de la Facultad de Ciencias Médicas de Mayarí le informó que se les había otorgado esa posibilidad a ella y a otros cuatro trabajadores. La liberaron de su trabajo y le liquidaron el pago; todo ello aprobado por la Dirección Municipal de Salud.
Los seleccionados fueron a la Facultad de Ciencias Médicas del municipio, y la Secretaria Docente les informó que debían presentarse el 31 de julio en el Departamento de Ingreso de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de Holguín, con expediente completo. Ese día fueron a la UCM, y les dijeron que el 29 de agosto debían presentarse allí para la matrícula. Al ir ese día, el asunto era que aún no tenían el listado, pero les avisa-rían cuando llegara la aprobación desde La Habana.
El 12 de septiembre, preocupada porque el curso ya había comenzado, ella llamó al Departamento de Ingreso de Ciencias Médicas de Holguín, y le expresaron que no se había aprobado su entrada. Debía retornar a su trabajo.
«Quiero saber cómo es posible que se dé una orientación a un grupo de trabajadores, y al tiempo se oriente todo lo contrario. Emocionalmente me siento afectada, ya que de pronto pensé que iba a cumplir un sueño esperado por mí durante años, y se desvanece todo sin tener una explicación», concluía Denia.
Responde el doctor Luis Arley González, director de Salud en Holguín, que una comisión provincial se entrevistó con Denia, con la jefa de Sección de Enfermería, con una funcionaria del Departamento de Ingreso de la UCM y con la secretaria de la Facultad de Ciencias Médicas de Mayarí, a fin de evaluar el expediente.
Señala que la indicación a los municipios se basó en el interés de evaluar en cada territorio la posibilidad de liberar a los candidatos a la carrera, sopesando el déficit de enfermeras y enfermeros, y la necesidad de cumplir con el Contingente 60 Aniversario en La Habana, con las plazas en los hospitales provinciales y con la colaboración internacional. Y fue Mayarí el único que liberó a esos trabajadores.
Afirma que la supervisora de Mayarí, asesora municipal de Enfermería, al solicitársele en la documentación de los candidatos la carta de autorizo de liberación, procedió a esta inconsultamente, y prescindió de los servicios de esos profesionales sin tener la confirmación de la aprobación de las plazas para la carrera de Medicina. Por ello, por tomar decisiones que no son de su competencia, se le aplicó una amonestación ante el Consejo de Dirección.
Apunta que las compañeras del Departamento de Ingreso de la UCM niegan que se remitiera a las enfermeras y enfermeros a la Secretaria Docente, y tampoco que debían matricular el 29 de agosto. Y añade que el proceso de tramitación con la solicitud de documentación, otorgamiento o no de plazas y propuestas de liberación, se realizó por vía telefónica, sin dejar evidencias.
El Minsap, apunta, indicó evaluar la documentación de los posibles candidatos para una segunda vuelta de otorgamiento de la carrera de Medicina, definido como una solicitud de incremento de plazas, y ninguna de las aspirantes fue aprobada.
Concluye el doctor Luis Arley que por todo ello se califica la queja con razón en parte, «toda vez que se procedió a liberar a los enfermeras y enfermeros inconsultamente, y no se les explicó con claridad y de modo oportuno los resultados de su solicitud».
Agradezco la respuesta, pero al final lo que queda es que, por errores y atribuciones indebidas de alguien que al final fue amonestado, algo tan serio como la aspiración de una carrera quedó engañada. Y eso es triste, como curioso resulta que no se esclarezca la afirmación de que la Dirección Municipal de Salud aprobó la liberación de los candidatos de sus respectivos trabajos, y conocía del supuesto otorgamiento de la carrera. ¿No investigó ni confirmó?
Si, según se plantea, Denia de la Caridad tiene «razón en parte», ¿cuál es la parte de la razón que no le asiste para sentirse frustrada ante el mal proceder institucional? Con los sueños profesionales de la gente no se puede jugar tan ligeramente.