Acuse de recibo
«Irresponsable extravío», así lo llamé el 8 de marzo pasado. No era para menos: entonces, Miriam Oduardo denunciaba desde Amancio, Las Tunas, que deseaba jubilarse después de una vida entera dedicada a la Salud Pública, y no podía: le habían extraviado su expediente laboral.
Contaba ella que labora como enfermera en el hospital municipal Luis Aldana Palomino, y en febrero de 2011 detectó la pérdida del importante documento. Reclamó al Órgano de Justicia Laboral de Base y la vista se celebró en julio de ese año, pero nada solucionó la trabajadora.
Recurrió a la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo (ONIT) en la provincia, reclamó a la administración y dirección del hospital, al sindicato. No faltaron gestiones ante la filial del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS), entre otras. La Dirección Municipal de Salud tomó interés en el asunto, pero nada se resolvía.
Miriam solicitó la revisión de sus tarjetas SNC-225, contentivas del historial de sus salarios, y encontró un desastre. «Parece que no he existido en todo este tiempo, decía. He cobrado en todos estos años, y no consta en ningún documento», manifestaba la afectada.
Al respecto, responde la Doctora Yanaris López Almaguer, directora de Salud en la provincia de Las Tunas, que después de una exhaustiva investigación del caso, se concluye que hubo falta de control en el Departamento de Recursos Humanos del hospital Luis Aldana Palomino en el período de la pérdida del expediente; situación que provocó la democión del cargo de la Jefa de Recursos Humanos, por las violaciones constatadas.
Desde que se detectó el extravío del expediente de Miriam, se inició la búsqueda del mismo. El 4 de octubre de 2011, ya con un nuevo equipo de dirección, se recibió una visita de la ONIT, la cual orienta concluir el expediente en el plazo de un mes.
Se avanzó en la confección del mismo, y no se pudo culminar porque faltaban evidencias del tiempo en que Miriam estuvo desvinculada del sector. No fue hasta el 10 de marzo de 2012, que ella misma reconoció que durante dos períodos (1995-1998) y (2005-2006), no tuvo relación con Salud Pública.
Significa la doctora Yanaris que el expediente de Miriam está en proceso de evaluación por el INASS, para su certificación. Y esos resultados se les explicaron a la trabajadora, quien agradeció la atención brindada.
Por las irregularidades detectadas, concluye la Doctora Yanaris, se demovió de su cargo al Vicedirector Administrativo del hospital.
María Caridad Dihigo (Avenida 10-A, No. 1307, Central Julio Reyes Cairo, Jovellanos, Matanzas) cuenta que el 3 de noviembre de 2011 se mandó a hacer sus espejuelos en la óptica de Jovellanos, y aún no ve la solución a su problema.
Entonces, le dijeron que a los tres meses podía recogerlos allí. Y el 3 de febrero, cuando fue a buscarlos, le manifestaron que aún no estaban. Transcurrido un mes más, el esposo de María Caridad volvió, y le dijeron lo mismo.
«Pienso que es una falta de respeto, porque no me dan ninguna explicación del porqué de la demora», señala.
El pasado 4 de junio ella volvió a la óptica, y entonces le dijeron que debía esperar 45 días, porque los cristales indicados son muy gruesos, y había que llevarlos a La Habana.
«Me decidí a escribirles, subraya María Caridad, porque es la segunda vez que me pasa esto con mis espejuelos. La otra vez tuve que escribir a la prensa…», concluye la lectora.
Es triste que las cosas no se resuelvan por sí mismas y normalmente; si no que, con bastante retraso y agonía del ciudadano, encuentren solución, espoleadas por la revelación en la prensa. Cuán vulnerables son algunos nuestros mecanismos…