Acuse de recibo
El pasado 11 de febrero Leandro Casanova y José Ramón Fernández, vecinos del edificio 13 plantas 8221, del reparto capitalino Guiteras, denunciaban aquí la insostenible situación de los vecinos de ese inmueble, que llevan más de un año sin servicio de ascensor.
Ellos contaban que dicho edificio, construido por microbrigadistas del puerto de La Habana y la refinería Ñico López, siempre ha tenido problemas con los elevadores: la entrega y el montaje de los mismos fueron accidentados, a pesar de que ambas entidades situaron a la ECOA 34 (Empresa Constructora de Obras de Arquitectura) el financiamiento en divisas para la adquisición de los ascensores por parte de la Empresa de Construcción y Montaje Especializado.
Afectado uno de los dos elevadores desde el inicio, el otro funcionó intermitentemente, hasta que dejó de hacerlo hace más de un año. Han llovido las reclamaciones de los vecinos desde entonces, sin respuesta efectiva alguna.
El propio 11 de febrero, a la queja de Casanova y José Ramón se unía la de Leonardo Chamizo, presidente del Consejo Popular Antonio Guiteras, quien ratificaba la vieja data del problema y la falta de respuestas, a pesar de todas las gestiones durante años.
Al respecto, responde Oscar Espinosa Triana, especialista de la Dirección Provincial de la Vivienda de La Habana, que mediante un crédito concedido por Rusia para la sustitución de ascensores de edificios altos en la capital, ya en el municipio de La Habana del Este se han renovado 40 elevadores.
Y los del edificio 8221 de Guiteras están entre los incluidos en ese crédito, «por lo que pensamos que una vez que dichos ascensores arriben al país, y se ejecuten los montajes, podrán hacer uso adecuado de los mismos».
Aunque la respuesta elude abordar las razones por las cuales el problema de los ascensores del 8221 «nació» desde entonces con irregularidades, y no ha recibido respuesta todos estos años, al menos los vecinos del mismo albergan esperanzas…
Delsys Cedeño Licea escribe desde C.B. entre 27 y 29, reparto La Unión, en la ciudad de Bayamo. Y lo hace en nombre de un grupo de enfermeras del policlínico René Vallejo, de esa ciudad, aunque ella labora en el policlínico Jimmy Hirtzel.
Relata la remitente que ellas se graduaron en julio de 2011 de licenciadas en Enfermería. Y como ella, hay otras que tienen 20 años y más de trabajo en esa especialidad. Y al cabo de nueve o diez meses de graduadas les dicen que no tienen aumento salarial, pues solo será para un grupo y no para todas.
Afectadas al fin, preguntaron. Y les dijeron que el aumento solo sería para quienes atienden los consultorios; para las demás, no hay nada por ahora.
Delsys pregunta:
«¿Cómo es posible que una enfermera que se graduó junto conmigo, y solo lleva cinco años en el sector, gane más que yo, que llevo 21 años?».
Delsys considera que, entonces, debieran decirles a quienes entran en la Licenciatura en Enfermería, a tiempo, que no todas tendrán la misma escala salarial. Y contrasta con el hecho de que, en graduaciones anteriores, no hubo tal diferenciación, y a todas les subieron el sueldo por igual.
«Esto nos descontenta —refiere ella— porque para estar en un consultorio, en una sala, en la campaña antivectorial o en un grupo de pesquisa, se requiere de la misma entrega y responsabilidad. No sé por qué unas sí y otras no».
Señala la remitente que nadie les dio una explicación convincente al respecto. Y cuestiona de qué «valen 20 o más años de trabajo en tantas áreas, como los consultorios», si las que recién comienzan ganan más. «Espero que alguien del nivel superior nos dé una respuesta clara y convincente».
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