Acuse de recibo
El pasado 17 de enero reseñé la queja del doctor Sergio Luis Dalcourt, de San Cristóbal, provincia de Artemisa, quien luego de cumplir misiones entre 1999 y 2008 en Paraguay, Venezuela y Bolivia, desde julio de 2011 no le depositaban el saldo del pago correspondiente en la tarjeta magnética.
El galeno contaba que fue a la oficina de Colaboración provincial, donde le confeccionaron un expediente de reclamación y le informaron que esperara hasta el 25 de septiembre de 2011. Y vencido el plazo, no se había hecho el depósito.
Volvió a la mencionada oficina y, por una razón u otra, el 6 de enero pasado, cuando me escribió, llevaba seis meses sin percibir el dinero ganado.
Al respecto, señala la doctora Yiliam Jiménez, directora de la Unidad Central de Colaboración Médica (UCCM), que el caso se investigó por una comisión de esa entidad que, de conjunto con el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), analizó las causas de la demora en la entrega del estímulo económico al doctor Sergio.
Precisa que la UCCM mantuvo la acreditación al colaborador ininterrumpidamente. «Sin embargo —agrega—, por incompatibilidad en la información sobre el cliente existente en los sistemas de ambas instituciones (BANDEC y UCCM), el doctor Sergio no pudo recibir a tiempo las acreditaciones correspondientes a seis meses».
Apunta que «el error estuvo dado porque, aun cuando la UCCM mantuvo a dicho colaborador con los mismos datos aportados a la entidad desde el inicio de su misión, el Banco había establecido en sus sistemas informáticos una nueva validación para el número de carné de identidad, el que fue rectificado en la sucursal bancaria de Pinar del Río, sin previa información a la UCCM tanto por la entidad bancaria como por la provincia, asunto que se subsanó de inmediato».
Afirma que «se realizó el análisis con el Departamento provincial de Pinar del Río y Artemisa, donde ahora reside el colaborador, haciéndoles un señalamiento crítico a los funcionarios, por no orientar adecuadamente al reclamante; además de discutirse el asunto con la sucursal bancaria, estableciéndose los procedimientos necesarios para la transmisión adecuada de la información a nuestra entidad».
Añade que la UCCM se comunicó de inmediato con el doctor Sergio, y se procedió con BANDEC a la acreditación correspondiente. El afectado ya cuenta con todo el dinero que le pertenece por ese concepto.
Por su parte, Rósula Méndez, jefa del Departamento de Atención a Colaboradores de BANDEC, responde también e informa que al doctor Sergio le fue tramitada la apertura de su cuenta en la Sucursal 1541 de Pinar del Río el 22 de agosto de 2008, según el fichero de solicitud de apertura presentado en la misma por la Unidad de Colaboración Médica de esa provincia.
Aclara que al momento de la apertura se presentó el fichero con un error en el número del carné de identidad del colaborador. Y en el proceso de perfeccionamiento de los sistemas de control y tratamiento de la colaboración realizado en BANDEC en junio de 2011, que incluía la validación del carné de identidad de los colaboradores, se detectó que el del doctor Sergio era incorrecto. Se informó a la Unidad de Colaboración Médica en Pinar del Río, la que realizó la rectificación en el propio junio de 2011.
«A partir de dicho mes —apunta— este colaborador estuvo incluido en la información mensual que se entrega a la UCCM por parte de la Oficina Central de BANDEC, con los casos que no pudieron ser acreditados por errores en los datos, al mantenerse el número de carné de identidad erróneo, en las instrucciones de pago emitidas por dicha entidad de Colaboración».
Al final, luego de cotejar ambas versiones, solo me queda lamentar que por inobservancias o descuidos burocráticos, un colaborador tenga que esperar tanto para cobrar lo que se ganó en buena lid con sacrificios, lejos del país y de los suyos. No debía suceder nunca.