Acuse de recibo
Ramón López Ramos, director comercial de la Unión Eléctrica, responde hoy a un viejo reclamo ciudadano, tantas veces reflejado en esta columna: que se brinde una información de por qué demoran tanto las reposiciones de equipos electrodomésticos dañados a consecuencia de irregularidades en el servicio eléctrico.
López Ramos hace primeramente un recuento, y remarca que al cierre de 2006 la vigilancia a ese sensible asunto no tenía la atención de hoy. Para entonces solo se había repuesto el 30 por ciento de los equipos dañados, el tiempo de solución superaba como promedio los 18 meses e incluso existían casos de varios años.
Las principales dificultades en tal sentido, apunta, eran limitaciones financieras, la obligatoriedad de reparar los equipos en talleres propios o de entidades de servicios, y el hecho de que la aprobación para la compra de los equipos sustitutos, en caso de ser infructuosa la reparación, estaba centralizada a nivel nacional.
Pero en mayo de 2007 se genera un paso descentralizador, cuando se aprueba que, de no resultar la reparación del equipo de inmediato en los respectivos talleres, se procediera a la reposición de los mismos. Y ello se complementa con el acuerdo de octubre del propio año, que autoriza la potestad de las empresas eléctricas provinciales de emitir dicha autorización.
Precisa el funcionario que, con la aplicación de estas modificaciones, se logró cerrar el 2007 con un 71 por ciento de equipos repuestos en todo el país. Y ello fue así «a pesar de que en ese año se incrementaron los equipos dañados en un 45 por ciento con respecto a 2006, motivado en lo fundamental porque nuestros clientes comenzaron a percibir mejor atención por parte de las empresas eléctricas a esas afectaciones».
Un elemento que influye en los plazos de reposición, apunta el funcionario, es que la población cubana posee una gran variedad de equipos de diferentes tecnologías, modelos, países de origen y años de explotación, y esta razón dificulta la sustitución de uno dañado por otro similar en fabricación y precio.
Por ello, en junio de 2008 entró en vigor una resolución del Director General de la Unión Eléctrica, en la cual se establecen los tipos de equipos con los cuales se repondrán aquellos que no se comercializan en el país. Y también prescribe la facultad de las empresas eléctricas provinciales de aprobar esas sustituciones, sin que tengan el requisito de ser idénticos, pero siempre velando porque posean similares prestaciones.
Como resultado de esas flexibilizaciones, ya al cierre de 2008 la Unión Eléctrica había repuesto el 77 por ciento de los electrodomésticos dañados en ese mismo año y en anteriores.
Como un elemento de consolidación y ordenamiento, y teniendo en cuenta aspectos tanto positivos como deficitarios de la experiencia en tal sentido, en marzo de 2009 entra en vigor la Resolución 64 de la Ministra de la Industria Básica, que establece los requisitos a cumplir por ambas partes, los clientes y las empresas eléctricas; los plazos de cada una de las etapas y otros acápites que regulan y aclarar el proceso de atención a tales quejas.
«A pesar de la mejoría en la atención a los reclamos por daños a la propiedad y la reducción significativa de los mismos, nuestra organización está convencida de que no hemos logrado la profesionalidad y celeridad necesarias en la atención a esas quejas; por lo que continuamos buscando soluciones, de forma práctica, para mejorar ese aspecto tan importante de la atención a la población, y ser más ágiles en la solución», manifiesta.
Finalmente, aclara que, aun con todas estas medidas, no siempre podrán dar la respuesta en el plazo que los clientes merecen, principalmente por la carencia en el mercado interno del país de ofertas de equipos con características apropiadas, toda vez que la mayoría de los mismos son de importación.
En nombre de muchos clientes, agradezco al director comercial de la Unión Eléctrica información tan esclarecedora.