Acuse de recibo
En el mundo empresarial, hay que vivir constantemente actualizados sobre los cambios que se generan en la legislación laboral y económico-financiera del país. De lo contrario, se cae en el peligro de asumir las realidades con viejas herramientas, y de cometer violaciones de lo establecido. Al final, como se dice, el desconocimiento de la Ley no te exime de tu responsabilidad ante ella.
Lo digo porque, en cierto sentido, eso fue lo que sucedió con el analista Gabriel Ordóñez, en la sala de Análisis del Grupo Empresarial Agroindustrial (GEA) del Ministerio del Azúcar en la provincia de La Habana.
El pasado 5 de enero esta columna reflejó la denuncia de Gabriel: en septiembre de 2007, y durante un mes, fue movilizado por las FAR como reservista. Y al cobrar el salario correspondiente en su centro, le pagaron sobre la base de 24 días hábiles, y no teniendo en cuenta los 30 días, como establece para esos casos la Resolución 1 de 2007 de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Gabriel tramitó el reclamo con Recursos Humanos de su empresa, y le manifestaron que hasta que no tuvieran oficialmente el documento, no podían asumir el nuevo concepto de pago.
Al respecto, responde ahora Juan Carlos Pérez Hernández, director general del GEA del MINAZ en La Habana, quien reconoce que, «aunque, ciertamente, la administración de la Unidad Básica de Servicios encargada del control y pago de los trabajadores de nuestro grupo, no contaba con la Resolución 1 del 2007, que regula el asunto controvertido, debía ser nuestra obligación obtenerla con inmediatez, una vez que el trabajador advirtió su existencia y la necesidad de que se le pagara el beneficio establecido».
El director general apunta que, además de las disculpas públicas que ofrece a Gabriel —a quien se le reconoció en el centro la destacada actitud ante las tareas de la defensa—, se subsanó el asunto y adoptan las medidas para que tal hecho no se repita en lo adelante. En tal sentido, en la próxima asamblea de los trabajadores darán a conocer los resultados del análisis del caso.
La segunda carta es la respuesta que da Teófilo Blanco Alfonso, subdelegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en la provincia de Matanzas, a la queja del ciudadano Urbano Guasch, reflejada aquí el 10 de octubre de 2007.
Entonces, Guasch censuraba la calamitosa situación de suministro de agua a los vecinos de la localidad de Ceiba Mocha, en ese territorio, desde que la turbina local se averiara, tres años atrás. Es apenas Cultivos Varios quien suministra el líquido a los pobladores, cuando no tiene que regar sus sembradíos. El quejoso consideraba que les habían mentido con lo de una turbina nueva, y tampoco les garantizaban el servicio de pipas regularmente. Al final, clamaba por una inversión para el abastecimiento de agua a esa localidad.
A propósito, el subdelegado corrobora que son ciertos los problemas con el abastecimiento de agua, y las dificultades con el equipo de bombeo, por roturas del motor, salideros en la conductora y redes; todo ello sumado al «bajo nivel de disponibilidad técnica de los carros pipa, producto de limitaciones en el combustible y piezas de repuesto».
Asegura Blanco que «los compañeros responsabilizados con la tarea se han esforzado en la solución, pero no bastaba, pues se necesitaban recursos con los que no contábamos. Y para resolver, en cierta medida, teníamos que recurrir al bombeo de un equipo perteneciente a la Agricultura...».
Asegura el funcionario que ya el agua está llegando a los clientes, pues en semanas anteriores se recibió e instaló el equipo perteneciente a ese acueducto, como parte del programa de ahorro energético. Y se encuentra en la provincia la tubería para la rehabilitación de la conductora en toda su extensión. Ello, según el subdelegado, mejorará el servicio y la eficiencia del acueducto allí.