Acuse de recibo
No siempre el que llega a este «muro de las lamentaciones» explica todo en detalle, al punto de que puede incluso ocultar a este redactor algo esencial para ilustrar su problema, en pos de agilizar la solución del mismo.
Este es el caso del lector Raúl Álvarez Pérez, de avenida 61 número 612, entre 6 y 8, en otro Vedado, el del municipio capitalino del Cotorro. Su queja, publicada el pasado 12 de diciembre de 2006, se centraba en el hecho de que hacía un año que vivía en una casa que él mismo construyó, pero no le habían dado el certificado de habitable, porque la misma no tiene fosa.
Raúl refería que intentó hacer una, pero por las características del terreno se hacía imposible, pues solo medio metro por debajo, corría el agua. Momentáneamente vertía las aguas sucias en su patio, pero era sumamente peligroso.
Planteaba que había ido al gobierno municipal y a Acueducto, pues la solución era llevar una tubería desde la casa hasta la red de alcantarillado. Por sus medios, Raúl consiguió las tuberías del tramo desde la casa hasta la calle, y Acueducto debía resolver el resto, que eran sesenta metros.
Los de esta última entidad fueron y le dijeron que resolverían al siguiente día. Ya casi había pasado un año cuando me escribió Raúl y no se habían aparecido por allí. El lector aseguraba que volvió por Acueducto y lo habían estado «peloteando».
Tanto esperaba, que Raúl confesó a este redactor que iba a situar las tuberías desde la casa hasta la calle, para verter las aguas albañales allí, a ver si con ello llegaba la solución.
Pues ahora me escribe Roberto Miguel Pérez Hernández, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Cotorro, y me narra la cara oculta de esta historia:
Refiere el funcionario que «Raúl construyó una vivienda en dicha dirección sin la previa consulta con la Empresa de Acueducto, tramitada por la Dirección de Arquitectura y Urbanismo, ya que dicha vivienda fue comenzada sin contar con los proyectos ni autorización de construcción de la Dirección Municipal de la Vivienda ni otro organismo facultado para ello». Por eso, especifica, fue multado y posteriormente se le convalidó la construcción.
Como construyó sin permiso, no realizó la consulta para la evacuación de las aguas residuales. Por ello, esa vivienda fue erigida aproximadamente de 25 a 30 centímetros por debajo del punto cero (nivel de la calle), lo que imposibilitó el entronque de la misma a la línea de alcantarillado existente a solo ocho metros.
Explica el funcionario que Raúl no logró construir la fosa, debido a que construyó la vivienda encima de la cuenca Vento-Almendares, y el manto freático se encuentra alto. Eso originó que, al realizar la excavación, se le llenara de agua, algo que no hubiese pasado si hubiese hecho la consulta técnica.
Y agrega que, en una visita hecha por el cliente a la Empresa de Acueducto se le explicó todo lo expuesto. Se le dijo que sería analizada y propuesta una inversión de aproximadamente 70 metros para dar solución, pero en esos momentos no se contaba con los recursos. Al fin, la obra fue aprobada para ejecutarse en este primer trimestre de 2007.
Por todos esos motivos, alega el director, «dicho cliente no fue peloteado como refiere. Fue atendido y visitado por el director general, el director de Alcantarillado, antes de haber dado esta queja y se le había explicado lo antes mencionado».
Al final, lo importante es que se resolverá el problema y todo quedará en orden y con apego a la Ley. Pero es justo y saludable que, quienes con sus cartas requieren de nuestra intermediación, nos hablen diáfanamente y no eludan ningún aspecto. Toda la verdad.
A propósito: alerto a nuestros lectores de otros requerimientos: deben ser explícitos y precisos en sus historias: nombres exactos de personas y entidades, hechos concretos y no suposiciones. Y la letra inteligible. Si no la tiene que le pasen la carta. Aunque nos anima la obsesión de servir, no somos peritos calígrafos. Gracias.