Las gotículas peligrosas

Ante las preguntas de muchos internautas y la difusión de falsas noticias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha debido tomar posición en su sitio web (www.who.int) para desmentir diversas noticias falsas que circulan en las redes digitales.

Una de ellas, y que está entre las que con más insistencia se ha propagado, es la de que diversos insectos, específicamente los mosquitos, podrían ser propagadores del nuevo coronavirus.

Falso: los mosquitos no trasmiten el nuevo virus

Como bien han aclarado los expertos de la OMS, el nuevo coronavirus es un virus respiratorio, que se propaga principalmente por contacto con una persona infectada, «a través de las gotículas respiratorias que se generan cuando esta persona tose o estornuda, por ejemplo, o a través de gotículas de saliva o secreciones de la nariz».

Ellos mismos especifican que hasta la fecha no hay información ni pruebas científicas que indiquen su trasmisión por medios de mosquitos u otros insectos, que en cambio sí son agentes portadores de otras enfermedades como el dengue o el chikunguya. La prevención en para estas dos enfermedades se basa, dice la OMS, en la reducción del número de depósitos de agua naturales y artificiales que puedan servir de criadero a los mosquitos.

No obstante, tampoco se puede bajar la guardia ante estas enfermedades, ya que, además de tener síntomas comunes con el nuevo virus, como los dolores de cabeza o en las articulaciones, su propagación puede llevar a que aumente el número de pacientes en hospitales y consultas médicas, aumentando el riesgo de su contagio con la nueva enfermedad respiratoria.

Falso: usar guantes de goma en público previene la infección

Lavarse las manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio, que llevar guantes de goma en lugares públicos. Usarlos en exteriores sin el debido cuidado no impide el contagio, pues si uno se toca la cara y antes los ha pasado por una superficie contaminada, puede provocarse la infección.

Al utilizarlos, no obstante, lo positivo es que se crea el efecto psicológico de prevención, y por ende es más difícil que nos llevemos la mano a las mucosas y podamos contagiarnos.

Donde los guantes sí son muy efectivos es en su uso por personal médico o expuesto al contagio. Por ello, malgastarlos solo puede provocar escasez innecesaria en quienes de verdad los necesitan.

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