Apple ha explicado que desde el año pasado comenzaron a reducir el rendimiento de los iPhone 6, 6S, y SE Autor: Internet Publicado: 22/12/2017 | 12:29 pm
Luego de que Apple admitiera ralentizar sus modelos viejos de iPhone, la empresa deberá hacer frente al descontento de sus consumidores en la corte. Varias personas a lo largo de cinco estados de EE.UU. se han organizado para interponer dos demandas separadas, alegando un comportamiento «engañoso, inmoral y antiético» por parte de la compañía californiana, refiere el portal RT.
Una de ellas, presentada en Chicago, señala que la actualización 10.2.1 del sistema operativo iOS está diseñada para «reducir a propósito las velocidades de rendimiento» de los iPhone 5, 6 y 7 para «someter innecesariamente a los consumidores a comprar iPhones más nuevos y más costosos», según informa Chicago Sun Times.
Y es que según la información develada por la empresa los iPhone más antiguos, como el iPhone 6 o 6S, pero también el iPhone 7, van perdiendo potencia a medida que sus baterías pierden capacidad. Esto se hace mediante software, pues Apple ha programado su sistema operativo para que, si la batería va peor, el teléfono vaya más lento y trate de paliar los problemas relacionados con ello. Esto parece una respuesta directa a los muchos problemas que tuvieron los iPhone 6 y 6S el año pasado con sus baterías. Muchos se apagaban de forma súbita con casi la mitad de su capacidad y otros directamente dejaron de funcionar.
Apple ha alegado que la polémica nueva función fue introducida para preservar la batería de los dispositivos. En concreto, Apple ha explicado que desde el año pasado comenzaron a reducir el rendimiento de los iPhone 6, 6S, y SE que tuvieran una batería con baja capacidad con el objetivo de evitar que se apaguen inesperadamente, lo que sirve para proteger el resto de componentes del dispositivo.
Sin embargo, la otra demanda —interpuesta en Los Angeles— reitera las acusaciones de la primera y añade que esta modificación al software, además de que nunca fue solicitada ni acordada públicamente, reduce el valor de los modelos de iPhone afectados por la deliberada reducción de velocidad, según informa TMZ.
Los denunciantes afirman que Apple infringe de esta forma las leyes de protección al consumidor sobre prácticas comerciales engañosas, y exigen una compensación económica cuyo monto no ha sido revelado.
Apple ha explicado a The Verge que reduce la frecuencia de la CPU en aquellos terminales en los que determina que la batería cuenta con un cierto nivel de degradación. Sin embargo, no ha determinado a partir de qué umbral se sucede este bajón de rendimiento.
La bajada de rendimiento en los dispositivos ha sido corroborada por varios usuarios de Reddit y redes sociales que han subido capturas de bancos de pruebas en los que se puede observar cómo la CPU de los teléfonos varía en función de si la batería es nueva o antigua.
De momento, la única alternativa que le queda a los usuarios para evitar esta bajada en el rendimiento de sus teléfonos es proceder al cambio de batería -que se puede hacer en las Apple Store- para que el smartphone vuelva a ir tan rápido como cuando fue comprado.
Por su parte, el gigante tecnológico afirma que la función permanecerá en el actual iOS 11.2 y pretende integrarla en las próximas versiones, y ha recomendado a los usuarios afectados proceder al cambio de batería —que se puede hacer en las Apple Store por el precio de 80 dólares — para que el smartphone vuelva a ir tan rápido como cuando fue comprado.