Lograr la excelencia, a partir del uso planificado y estable de la ciencia y la tecnología en la Salud Pública, es un reto de envergadura en la modernidad, del cual no escapa nación alguna. En la concreción de ese compromiso Cuba tiene entre sus complejidades atender a una población que ha extendido sus expectativas de vida al mismo nivel que los países desarrollados.
Lo anterior fue debatido en el V Congreso Latinoamericano de Ingeniería Biomédica, que sesiona en el Palacio de Convenciones y se extenderá hasta el viernes próximo.
A propósito de tal desafío, el Doctor Agustín Lage Dávila, director del Centro de Inmunología Molecular, en conferencia magistral destacó que «en el caso de nuestro país es importante entender cuáles son las características de su panorama de salud, donde gran parte de la mortalidad se debe a las enfermedades crónicas no transmisibles», explicó.
El Doctor en Ciencias valoró las circunstancias de la tecnología en las Ciencias Médicas, la cual marcha de manera vertiginosa, a la par de la aparición de nuevas patologías. Dijo que tales circunstancias requieren de una preparación de los recursos humanos a tono con el desarrollo científico para poder explotar eficientemente las bondades de los logros.
Expertos de varios países participan en el Foro de la Ingeniería Biomédica donde se exponen los adelantos de esta disciplina y se intercambian experiencias relacionadas con los servicios de salud, la docencia, la investigación y los avances de las tecnologías.
La inteligencia artificial y redes neuronales, investigación e innovación tecnológica, nanotecnologías, óptica y láser son algunos de los temas programados para este evento que cuenta con la presencia de personalidades como Herbert F. Voigt, presidente de la Federación Internacional de Ingenierías Medicas y Biológicas.