Álvarez ganó su quinta pelea profesional el viernes último Autor: TyC Sports Publicado: 16/06/2025 | 08:36 pm
El Casino Buenos Aires, en Argentina, atestiguó el pasado viernes las dos últimas peleas de boxeadores antillanos en el profesionalismo, vinculados con la Federación cubana de este deporte. Tanto el pinareño Lázaro Álvarez como el cienfueguero Erislandy Álvarez vencieron en sus respectivos compromisos, el primero por KO técnico en el cuarto asalto ante el venezolano radicado en Colombia, José Ignacio Muñoz, y el segundo por decisión unánime contra el brasileño Eduardo Costa Do Nascimento.
El enfrentamiento entre el sureño y Do Nascimento fue el que cerró el primer día de la cartelera KnockOut a las Drogas, un programa desarrollado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) desde 1993, cuyo propósito es ayudar económicamente a instituciones que luchan contra ese flagelo. «Su popularidad fue escalando, hasta transformarse en uno de los eventos populares entre los latinoamericanos. Esta no es la primera vez que se celebró en suelo argentino dicha velada boxística», explicó NotiFight.com.
Dicho sitio digital opinó del combate de Erislandy, extendido hasta el décimo round, que fue una floja actuación, teniendo en cuenta el desempeño previo de sus peleas profesionales. En cambio, TyC Sports consideró que fue un pleito que durante los diez períodos exhibió a un Álvarez que debió trabajar la pelea frente a un rival que buscó llevarla al terreno de la corta distancia, de la fricción permanente, del clinch y los amarres. En esa disputa, el antillano fue el que encontró mayor claridad a la hora de buscar la ofensiva y de castigar.
Después de garantizar su quinta victoria en igual número de presentaciones y el título Fedelatin de la AMB, el superpluma campeón olímpico en París 2024 declaró a Juventud Rebelde que las cosas no salieron como quiso, tras estudiar a su contrario, quien hizo el combate a la derecha y no a la zurda, como él pensó, lo que le obligó a cambiar el plan táctico. Aseguró que el brasileño fue muy exigente, pues entraba mucho con la cabeza, algo que impulsó al nuestro a trabajar en las distancias.
«Realmente me gustó bastante completar los diez asaltos, me sirve de experiencia para futuros compromisos. Desde el inicio tuve posibilidades de noquearlo, pero cada boxeador es diferente y este aguantó bastantes golpes. Casi todos esperaban el nocaut, pero esta vez no pudo ser. Mejores boxeadores que yo han intentado noquear y no han podido, y han tenido que completar la pelea. Siempre hay un oponente, con dos manos, que también sale a buscar el triunfo y a golpear.
«Como he dicho antes, después de este éxito quiero ir poco a poco, sin apresurarme, algo que les ha pasado a otros boxeadores cubanos. Se han apurado en el pugilismo profesional y han chocado con el revés. Voy paso a paso con el objetivo de conseguir grandes peleas. A los aficionados les digo que esperen lo mejor de mí, Erislandy lo está haciendo lo mejor posible para, algún día, ir por un título mundial como profesional», dijo desde Buenos Aires el vigente subcampeón universal amateur.