El futuro del arco compuesto está asegurado. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 07/10/2024 | 07:59 pm
Poco a poco los jóvenes atletas Rosalicia, Leydi Laura, Omar y Cristian retoman la rutina de entrenamientos con sus arcos durante los primeros compases de la preparación en el nuevo ciclo olímpico. A corta distancia estos cuatro muchachos pulen la técnica, trabajan duro y, a la vez que realizan cada disparo, sueñan con los buenos resultados que depare el futuro cercano.
Ellos forman parte de la familia del tiro con arco y de la modalidad de arco compuesto, la cual retomó su práctica en el país hace solo dos años. Aunque menos conocido y novedoso para el público, la historia del compuesto en Cuba data de varias décadas atrás, y el momento de mayor esplendor estuvo enmarcado en la etapa final de los años 90 e inicios de este siglo.
El presente y, sobre todo, los nuevos retos futuros les pertenecen ahora a estos jóvenes atletas que todavía no rebasan los 21 años. Muy cerca y atento a cada movimiento de sus pupilos está el entrenador Roylán Duarte, en las inmediaciones de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Giraldo Córdova Cardín, al este de La Habana.
La satisfacción por la labor hecha hasta el momento no es un motivo de conformidad para el experimentado profesor, según reconoce. Ciertamente hemos visto progresión en este grupo de atletas, a pesar de los pocos meses de trabajo y de que ellos iniciaron casi en cero la práctica, agrega. «Los cuatro vienen del arco recurvo, pero esta modalidad tiene otras complejidades», destaca.
A diferencia del tradicional arco recurvo, expresa, el compuesto posee un sistema de poleas que lo hacen un instrumento más preciso en la diana durante los disparos, que se realizan a la distancia de 50 metros.
Alentadores fueron para Roylán los resultados obtenidos en el pasado Torneo Élite del deporte por sus alumnos. Allí, con apenas cuatro meses de entrenamientos, los jóvenes arqueros implantaron dos récords nacionales: en la ronda olímpica individual en ambos sexos y en la competencia de equipos mixtos.
Por ello ve la salud de la disciplina actualmente como favorable y con buenas perspectivas de cara al futuro inmediato. La aspiración, dice, es enfrentar el nuevo ciclo olímpico que recién inicia con mayor fuerza para vencer cada uno de los objetivos propuestos.
Entre los desafíos inmediatos, asegura, lo más importante radica en lograr la clasificación a los próximos Juegos Panamericanos Junior de 2025, a celebrarse en Asunción, Paraguay, con los atletas que están en ese rango de edad. «Es una posibilidad real, pero que requiere esfuerzo y horas de entrenamiento», precisó.
Además, hizo referencia a la aspiración de alcanzar plazas rumbo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo, en 2026. «Serían nuestros primeros pasos con este grupo de atletas jóvenes», insistió.
Luego de más de una década sin practicarse el arco compuesto, una modalidad que antaño obtuvo para Cuba buenos resultados en el área centroamericana y continental, ahora parece que los incipientes sueños pueden hacerse realidad. Sin embargo, bien sabe el entrenador de la disciplina que todavía falta mucho por andar. «Estamos buscando que cada uno de ellos adquiera mayor maestría y dominio en el trabajo técnico, porque el compuesto tiene regionalmente un altísimo nivel», significó.
En lo adelante, asegura, no solo vamos a conformarnos con participar en los eventos, intentaremos competir y palpar un gradual aumento de los resultados para acercarnos a las puntuaciones que hoy exhiben los demás arqueros en el área.
Aunque la modalidad de compuesto no es olímpica (a diferencia del recurvo), sí forma parte del programa de los Juegos Centroamericanos y Panamericanos, donde se reparten varios juegos de medallas. La sana ambición de un deporte aparentemente silencioso en el escenario cubano, costoso y que enfrenta serias limitaciones para su desarrollo, radica en regresar con el talento joven del arco compuesto a la élite regional.