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Desde lo competitivo el plato fuerte de ABAM será la mencionada Serie de las Américas. Autor: Tomada de X Publicado: 23/09/2024 | 09:25 pm
Cuba tendrá la posibilidad de participar con el equipo campeón de la Liga Élite, entre el 24 y el 30 de enero de 2025, en un nuevo evento de béisbol en el área. Al parecer, la recién anunciada Serie de las Américas, será ahora la alternativa para aquellas ligas caribeñas que, en los últimos años, han debido esperar por una reposada y dilatada oferta para asistir a la tradicional Serie del Caribe.
Ciertamente, ni Cuba ni Panamá ni Colombia han logrado que desde la oficina de Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC), sean invitadas con asiduidad a la Serie del Caribe, aun cuando los tres países han podido alzarse indistintamente con el título del histórico torneo en la última década.
Tal parece que lo competitivo no vale mucho para la CBPC, porque la inconsecuencia del organismo profesional viene en aumento cada año. Mientras se consumen en nuevos «experimentos» y en salir a buscar rivales para la Serie del Caribe en el lejano continente asiático, como sucederá en 2025 cuando participe un electo japonés, otras naciones de la región han impulsado ahora de forma decidida la Asociación de Béisbol de las Américas (ABAM).
Si bien el presidente de la Federación Nicaragüense de Béisbol y vicepresidente de la ABAM, Nemesio Porras, recalcó en días recientes que «no existe ninguna intención contraria a la Serie del Caribe y que, incluso, buscaron fechas para que ambos torneos tampoco coincidan», en la práctica dicha integración supone una alternativa frente a la constante exclusión del escenario beisbolero caribeño, de las diferentes ligas profesionales, semiprofesionales o amateur en la región.
¿Se puede catalogar la ABAM como un paso sólido? Eso solo lo dirá el tiempo y el consecuente trabajo que logre hacer una asociación creada, según recogen sus propios objetivos, «para fomentar uniones sólidas entre los países de la región y organizar eventos que desarrollen este deporte». Pero eso sí, que Nicaragua, Curazao, Cuba, Argentina, Colombia y Panamá hayan dado un primer paso en esta dirección tiene un mérito indiscutible.
Desde lo competitivo el plato fuerte de ABAM será la mencionada Serie de las Américas, un evento que debe crecer de forma paulatina y distará, al menos en los comienzos, del nivel de las Series del Caribe.
Las puertas para otras naciones están abiertas, según han reconocido los directivos de la naciente asociación, por lo que no sería descabellado pensar que otros equipos de las ligas profesionales caribeñas de mayor peso y calidad (México, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana) participen en el futuro en este certamen diseñado para los clubes campeones.
El hecho de que las sedes de las próximas tres ediciones de la Serie de las Américas ya se encuentren repartidas (Nicaragua 2025, Panamá 2026, Colombia 2027) habla, al menos, de la seriedad inicial y los planes inmediatos de la naciente asociación por dar pasos sólidos. Aquí el terreno y las acciones también dirán la última palabra.
