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Diversión y felicidad en un Gran Retto en Varadero

Minutos después de bracear durante 1 500 metros, la habanera Claudia Gurri, triunfadora en esa distancia entre las mujeres, conversó con Juventud Rebelde y dijo que se involucró en esta competición con las expectativas de ganarla

Autor:

Javier Rodríguez Perera

Varadero, Matanzas.— Que Varadero es un destino idílico quizá sea una perogrullada. Pasan los años y ese criterio se mantiene en el mismo sitio. Es un colirio la amplitud y espectacularidad de su playa, con el agua diáfana cuando asoman los primeros rayos de sol, en tanto los kilómetros de arena enseñan un color confuso, que no acabo de descifrar. El sol abrasa, la brisa apenas inmuta. El horizonte, tan lejano y tan cercano, depende de cómo lo quiera ver cada cual, es tremendamente hermoso en su afán de separar el cielo y el mar.

Varadero, sin proponérselo, es como aquella chica o chico que te sacó un amor a primera vista y que nunca más pudiste olvidar, con el tiempo pasando y otras relaciones en tu vida. Eso a muchos nos ha tocado de cerca y con esta playa matancera y universal pasa algo parecido. Podrás bañarte en otras aguas, pero ella siempre estará ahí, impregnada en la ribera de tu corazón, consciente que es más que un mero recuerdo.

Todas y cada una de las personas con las que conversé en las primeras horas de la mañana de este sábado me dejaron saber que es un sitio formidablemente cautivador. Unos vinieron por primera vez, otros repitieron la visita, con la motivación extra de poder cumplir algunos de los tramos de la travesía de aguas abiertas Gran Retto, cuya tercera edición comenzó ayer y finalizará hoy con la presencia de más de 400 nadadores de ocho países.

Minutos después de bracear durante 1 500 metros, la habanera Claudia Gurri, triunfadora en esa distancia entre las mujeres, conversó con Juventud Rebelde y dijo que se involucró en esta competición con las expectativas de ganarla, algo que logró, entre otras cuestiones, gracias a un oleaje que se comportó de forma tímida la mayor parte del tiempo.

La integrante del equipo nacional cubano reveló que no nadaba aguas abiertas, pero hace un año y medio probó en la bahía de Matanzas en un trayecto superior, donde ganó y quedó enganchada con la adrenalina de la competición. Fue esa oportunidad la que la empujó a participar en este Gran Retto.

Por su parte, la también cubana Sahily Echemendía, vencedora en los tres kilómetros entre las damas, declaró que es muy diferente nadar en piscina, pues es un recorrido repetitivo de ida y vuelta, que hacerlo en aguas abiertas, experiencia esta que disfrutó muchísimo a través de su concurso en el Gran Retto.

«Esto no es obligatorio, se trata de divertirse y eso hice en todo momento. Hacía una semana que no nadaba, no entrené todo lo que quise, estaba muy nerviosa hoy —sábado—, fíjate que ni desayuné, pero al final esta nueva vivencia me dio mucha felicidad. Hay que darle más divulgación a este evento, hay muchas personas que no saben de su existencia, y te hablo de salvavidas y de animadoras de hoteles, por ejemplo. Tiene futuro el Gran Retto», aseguró.

Otros campeones en la primera jornada fueron el cienfueguero Ricardo Enríquez (diez años, 750 metros), el capitalino Alessandro Herrera (14, 1 500 metros entre los hombres) y el mexicano Juan Pablo Delgadillo (tres kilómetros varonil).

También ayer el multirrecordista de dominio del balón en el agua, el matancero Johen Lefont, implantó otra marca mundial, esta vez la de más toques con la cabeza en un minuto, con 172 golpeos. La gesta ocurrió en una de las piscinas del popular balneario matancero.

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