Luis Rubiales, expresidente de la RFEF. Autor: EFE Publicado: 27/03/2024 | 11:04 am
La Fiscalía ha solicitado una pena de dos años y medio de prisión para el expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones en la causa sobre el beso no consentido que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Sídney, el pasado 20 de agosto, publica el medio español 20 Minutos.
Además, la Fiscalía también solicita una indemnización de 50 000 euros a Luis Rubiales y otros 50 000 a repartir entre el propio expresidente de la RFEF, Jorge Vilda (exseleccionador nacional femenino), Rubén Rivera (exdirector de marketing de la Federación) y Albert Luque (actual director deportivo del organismo federativo), a favor de Hermoso.
Asimismo, se solicita año y medio de cárcel para Luque, Vilda, y Rivera.
«La situación de hostigamiento de los acusados hacia Hermoso cesó cuando el acusado Luis Manuel Rubiales Béjar fue suspendido provisionalmente por la FIFA el 26 de agosto de 2023», sostiene el escrito de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, recogido por El Confidencial.
Además, la Fiscalía solicita para los cuatro acusados la prohibición de comunicarse con la víctima o acercarse a ella a menos de 200 metros durante tres años y medio.
El pasado mes de septiembre la futbolista presentó oficialmente su denuncia contra Rubiales, por el beso forzado en la ceremonia final de la Copa Mundial de Australia y Nueva Zelanda. A partir de ello, la Fiscalía presentó una querella contra el acusado ante los Juzgados Centrales de Instrucción de la Audiencia Nacional debido a que los hechos tuvieron lugar en el extranjero.
Previamente el ente público había abierto un proceso investigativo tras varias denuncias que particulares presentaron contra el exdirectivo por los sucesos ocurridos el pasado 20 de agosto en Australia.
En este sentido, la fiscal Marta Durántez ofreció a Hermoso la posibilidad de personarse en un plazo de 15 días con el fin de informarle sus derechos como víctima de un presunto delito de agresión sexual.
Si bien la deportista no había presentado denuncia en un primer momento, emitió junto a sus compañeras de equipo un comunicado, en el cual expresó haber sido «vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte».
Por su parte, el expresidente de la RFEF rechazó las acusaciones y se opuso a abandonar el cargo. No obstante, la FIFA le impuso una suspensión provisional de 90 días por el polémico caso, que en el mes de diciembre adquiría carácter definitivo, al inhabilitarlo durante tres años.
LA FIFA aplicó el artículo 13 de su Código Disciplinario donde permite sancionar a las personas que atenten contra la integridad de otras empleando palabras o acciones despectivas.