Los técnicos cubanos coinciden en que haber tenido a los muchachos en la Liga Élite hasta poco antes de partir garantizó el mejor estado de forma posible de cara a este torneo. Autor: Equipo de periodistas Publicado: 27/11/2023 | 10:43 am
Managua, Nicaragua.- Hasta ahora no ha habido sorpresas en el Panamericano sub-23 de béisbol. Los anfitriones lideran invictos en grupo A y el B está partido, literalmente, en dos: tres con 2-0 y otros tres con 0-2.
Cuba está en el trío de la vanguardia de su llave junto a Colombia y Venezuela. Son los tres «duros», y entre ellos estarán los dos clasificados al Mundial del año próximo en China.
Los organizadores del calendario lo sabían, obvio, y dejaron para las últimas jornadas los duelos entre los favoritos. Hoy comienzan a caer los invictos.
Cuba enfrentará a Colombia hoy y Venezuela mañana. Ahí se decide la suerte del equipo insular, aunque queda el juego del miércoles frente a Panamá, que aún sin ganar todavía, no es manjar.
Par de veces han chocado cubanos y cafeteros en premundiales sub-23, y siempre han ganado los equipos de la Isla: 5-4 en 2017 y 3-0 en 2020.
En los dos primeros choques, los dirigidos por Eddy Cajigal han mostrado muy ben picheo, solo un jit permitido a cada rival. Noquearon a Costa Rica por 13-0 y ayer Miguel Neira firmó una actuación de elogios, aunque le anotaron una carrera en el primer inning, jugada en la que influyeron par de bases robadas y un picheo salvaje.
Después de eso, retiró a los 16 hombres enfrentados de manera consecutiva, recetó siete ponches y no entregó boletos. Randy Cueto lanzó la séptima entrada, ya con ventaja de 5-1, y sumó par de K a Curazao.
No fue abundante la ofensiva, solo siete jits, y resultó impreciso el corrido entre bases, lo cual frustró oportunidades de carreras, pero al final, los errores del contrario al campo propiciaron las vueltas necesarias para asegurar el marcador.
Los técnicos cubanos coinciden en que haber tenido a los muchachos en la Liga Élite hasta poco antes de partir garantizó el mejor estado de forma posible de cara a este torneo.
Ahora viene el tramo más complejo. Los triunfos iniciales además de permitir al equipo asumirlo en las mejores condiciones posibles, lo dota de confianza.
Los muchachos se ven muy enfocados. Todos ayudándose y conversando sobre cómo hacerlo mejor par asegurar el cupo mundialista. La mayoría tendrá edad en 2024 para seguir en la categoría.
Así se comportan en el banco, durante los juegos, y en el hotel, en los horarios de descanso.
Aún no está confirmada la alineación para el juego de esta noche (7:00 p.m., hora de Cuba), quizá haya algunos ajustes, solo se sabe que el lanzador será José Isaías Grandales y que el bullpen está listo para asumir protagonismo.
Un triunfo de Cuba hoy sería un paso doble en las aspiraciones del equipo. Casi estarían certificando su pasaje al otro lado del mundo.
Pero Eddy Cajigal es un hombre tan ecuánime como cauto. Todo en su momento, nada de excesos de optimismo, venimos por todos los juegos, hasta el de la final, me dice cada vez que conversamos.
Y es el espíritu de todos. Estos muchachos podrían, a fin de año, calmar los demonios desatados por el sexto lugar en los Juegos Panamericanos de Chile. Calmarlos, no matarlos (para que no haya dudas).
Ya se habla de una final Cuba-Nicaragua. La quieren aquí, y la queremos nosotros. Pero esto, en buen cubano, empieza ahora. Sobre todo, para el elenco de nuestro país.