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Las Tunas buscará el tercer triunfo para poner el playoff en punto de mate. Autor: Periódico 26 Publicado: 09/08/2023 | 09:28 pm
Más de una vez el timonel de los tuneros, Abeisy Pantoja, ha dicho que hasta que gane cuatro juegos no es campeón. Le han disfrazado la pregunta, pero el hombre no muerde el anzuelo del exceso de optimismo. Ni una palabra de más.
Sabe que más de una vez —exactamente diez solo en series nacionales, según los números del estadístico Benigno Daquinta—, equipos que han empezado ganando dos partidos, terminaron siendo arrollados, y no quiere ser el 11 en la lista.
Los Leñadores andan invictos como anfitriones en la postemporada: de 7-7. En su bosque, que algunos califican ya de encantado, además de jugar buen béisbol (sin excesos, porque nuestra pelota anda medio coja y manca), la mística los acompaña también.
Sépalo o no Pantoja, Industriales es el que más ha firmado remontadas en series nacionales después del 0-2:
En cuatos de final de la serie 39 (1999-2000) se lo hizo a su comprovinciano, el ya «difunto» Metropolitanos, playoff pactado al mejor en cinco juegos.
Luego, en esa misma instancia y en igual cantidad de partidos, volteó a La Isla en el torneo 45 (2005-2006).
Por último, su víctima fue Villa Clara en la final del campeonato 49 (2009-2010).
Si nos guiamos por la historia, los Leones saben lo que es venir de atrás y «robarle» el trofeo a un rival en la misma raya de meta.
Lo que sí seguro sabe Pantoja es que a Las Tunas le han hecho la «gracia» tres veces. Quizá no sepa que lidera ese récord negativo:
Primero fue Ciego de Ávila en cuartos de final de la serie 51 (2011-2012), playoff concluido 4-3. Después Granma los remató en la final de la 57 (2017-2018), en aquel épico playoff extendido al máximo de siete partidos, y Matanzas resultó su verdugo en seis juegos en la semifinal de la campaña 60 (2020-2021) cuando los Leñadores arrancaron delante.
Ahora Las Tunas volvió a ganar los juegos uno y dos en la final ante Industriales. De cinco choques restantes basta con par de triunfos para alzar la corona por segunda vez en su historia.
Su oponente está moribundo, pero tiene vida aún. Y sabe cómo regresar del «más allá». De hecho, ha vuelto.
Pantoja no quiere regalar una palabra que despierte la fiera que habita en el equipo Azul. Juego a juego, dice.
