Las cubanas también van en el buque insignia

El boxeo femenino lleva solo unos meses de actividad en Cuba y ya ha comenzado a ilusionar a la afición cubana con resultados interesantes en los Juegos del Alba. Ahora en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 el conjunto de peleadoras antillanas enfrenta su primer reto de altura, uno al cual miran con ansias de demostrar lo que han crecido en tan poco tiempo.

Yaquelín Estornell es una de las atletas cubanas más conocidas del pasado reciente. El solo hecho de estar entre las pioneras de la lucha femenina y alcanzar preseas a nivel centrocaribeño y panamericano le ganó el respeto de una afición que la identificó durante años como una de las estrellas nacionales sobre los colchones.

Sin embargo, tras cosechar una carrera más que notable en la lucha, a sus 37 años la Estornell asumió un nuevo reto: el del boxeo femenino. En esta modalidad, aún en fase de desarrollo en la Isla, la gladiadora ahora convertida en pugilista, aspira a lograr seguir creciendo y obteniendo resultados que coloquen su nombre aún más alto en la historia de nuestro movimiento deportivo.

«Ya me había retirado de la lucha y estaba trabajando, pero me llamaron para unirme a esta nueva aventura y no lo dudé dos veces para unirme al boxeo, que también es un deporte que me gusta muchísimo. Me siento en forma y espero poder darle algunas alegrías al pueblo cubano en este nuevo rol», contó la santiaguera a JR.

«Estoy empeñándome en aprender cada día un poco más. De mi primera competencia en Venezuela saqué muchas enseñanzas y a continuación me dediqué a trabajar sobre todo en la técnica para ir sacando partido a la experiencia. En general el equipo ha ido puliendo esos aspectos técnicos y pensamos hacer un buen papel en nuestros primeros Juegos», dijo Estornell .

Como la más veterana del aún joven conjunto, la santiaguera trata de transmitirles a sus compañeras la calma y las lecciones de quien ha visto muchas «batallas» en la arena foránea.

«Nosotras entrenamos fuerte, pues consideramos que de alguna forma esa es nuestra primera competencia. A partir de ahí las muchachas han ido junto conmigo también, pues en un final todas estamos comenzando este camino juntas, aunque yo ya haya tenido otras competiciones como luchadora».

Peleadoras de
crecimiento acelerado

Santiago Suárez, jefe de entrenadores de la escuadra femenina, explicó que sus discípulas realizaron una preparación muy buena después de su experiencia inicial en eventos internacionales en la justa del Alba realizada en abril pasado.

«En Venezuela fue la primera vez que estas atletas se subieron al ring y sintieron el rigor del momento, lo cual les pasó factura. Luego de aquello,
ahora mismo las veo con bastante motivación y en una forma excelente. Desde entonces hicimos énfasis en algunos componentes de la preparación que debíamos mejorar y nos basamos en eso. Realizamos una serie de sparrings con atletas de La Habana y Matanzas antes de salir hacia acá y las atletas se vieron bastante bien ahora con respecto a su debut», dijo Suárez.

Cuba vino a San Salvador con el objetivo de sumar par de bronces en la justa femenina del boxeo. «Después del sorteo de ayer creo que podemos cumplir con nuestro objetivo meta. Nos tocaron atletas que en teoría podemos vencer, pero no podemos confiarnos», agregó el entrenador.

Por otra parte, el profe también habló del apoyo que han recibido sus pupilas de parte del elenco masculino. «Son referentes para ellas y las han apoyado aquí en los entrenamientos y ahora en la villa también han llegado a sentirse como una familia. Su presencia ha sido un punto fundamental para darles ese aliento necesario al enfrentar la competencia», afirmó.

Un bronce y más por llegar

Este viernes, en los cuartos de final de los 57 kilos, Legnis Calá venció 5-0 a Mayerling Blandón, de Nicaragua, y de esta forma aseguró —como mínimo— un bronce que representa la primera medalla del boxeo femenino en la historia de las grandes citas multideportivas.