En pentatlón, a los jinetes se les asigna un caballo al azar y solo tienen 20 minutos para familiarizarse con el animal. Autor: UIPM Publicado: 13/08/2022 | 08:32 pm
La polémica alcanzó al pentatlón moderno en 2021 durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio. Lastimosamente, un año después, todavía la disciplina no ha logrado soltarse de su feroz agarre.
Todo empezó cuando la atleta alemana Annika Schleu no pudo conseguir que el caballo que se le asignó en la competencia la obedeciera, impidiéndole ejecutar los saltos que le eran imprescindibles para mantenerse al frente de la prueba femenina, posición que ocupaba hasta ese momento.
De nada valieron las desesperadas lágrimas y los azotes de la jinete, el animal simplemente se negó a saltar. Fue entonces cuando las cámaras advirtieron a su entrenadora Kim Raisner asestándole golpes con su puño al corcel, lo que motivó de manera inmediata la expulsión de la preparadora del certamen; sin embargo, las críticas en redes sociales, sobre todo desde las organizaciones protectoras de animales, no se hicieron esperar.
La situación trajo como consecuencia que la Unión Internacional de Pentatlón Moderno (UIPM), amparadas por su Junta Directiva, aprobara la recomendación de su Comisión de Innovación, la cual propuso sustituir la equitación. Una medida a simple vista radical que se une a otros cambios dentro del deporte, como la transformación de las competencias olímpicas en un evento de 90 minutos.
Soldados ayer, Atletas Olímpicos hoy
Quien se interese por adentrarse en el mundo del pentatlón moderno tiene que saber que su origen está estrechamente ligado al mundo militar. La historia relata que, en los tiempos más antiguos de Grecia, los espartanos utilizaban la especialidad para seleccionar los soldados más completos y versátiles. El gran campeón en los Juegos de la Antigüedad, era quien ganaba el pentatlón.
En aquella época las pruebas se resumían en el salto largo y alto, lanzamiento de disco y dardo, carreras y lucha.
Su transformación hacia lo que conocemos y disfrutamos en la actualidad no llegaría hasta fines del siglo XIX, cuando un oficial sueco tuvo la idea de adaptar el deporte a una especie de preparación militar. Una aventura que comenzaba a caballo, la secundaba el tiro, esgrima y natación y concluía con la carrera.
El Barón Pierre de Coubertin la incluyó en los Juegos de Estocolmo 1912 y nunca más ha dejado de estar presente en las citas bajo los cinco aros, aunque para mantener ese estatus ha tenido que sufrir variaciones con los años, muchas veces relacionadas con el carácter dinámico de los eventos.
El más reciente de estos cambios se suscitó el pasado año cuando fue aprobado un nuevo formato de cara a París 2024.
Se trata de un sistema de eliminación diseñado para reducir la duración total de la competición. Se pretende que la equitación se realice en 20 minutos, seguidos de diez de descanso; la esgrima en 15 minutos, antes de otra pausa de diez; diez minutos más se dedicarán a la natación; y, tras un reposo equivalente, las medallas se decidirían en un cuarto de hora para la carrera y el tiro. Todo en un mismo estadio, como ya ocurrió en Tokio 2020.
La quinta disciplina
La elección de una nueva disciplina que sustituya a las pruebas ecuestres no ha sido hasta ahora tarea sencilla.
Aunque en un principio se manejó la posibilidad de darle la bienvenida al ciclismo, en la actualidad la UIPM, al mando de Klaus Schormann, se ha lanzado a probar suerte con la disciplina de obstáculos. Para ello se han venido realizando una serie de eventos que la involucran, con el fin de obtener la aprobación de atletas y entrenadores.
La primera de estas justas fue celebrada en junio en Ankara, Turquía y la segunda concluyó en días recientes en Manila, Filipinas. El objetivo de estos torneos no es otro que el de lograr que los pentatlonistas brinden información clara y definitiva sobre la dirección y el formato del deporte de cara al futuro.
Al final de la fase de prueba y evaluación, el Congreso de la UIPM 2022 votará las propuestas para el formato de pentatlón moderno que será presentado ante el Comité Olímpico Internacional (COI).
Por supuesto, el cambio no será inmediato, pues solo comenzarán a implementarse tras los Juegos Olímpicos de París 2024, con el propósito de que llegue consolidado para la siguiente cita prevista en Los Ángeles 2028.
Atletas con negativas
La UIPM ha señalado que la nueva disciplina, la cual sobresalió entre más de 60 propuestas presentadas por un cuantioso grupo de trabajo, fue elegida porque reduciría costos, mejoraría la participación universal y es «compatible con el ADN del pentatlón moderno», señalaron.
Sin embargo, varios son los pentatlonistas que se niegan a aceptar el cambio, incluido el medallista de oro olímpico, Joe Choong, quien lo ha calificado como algo insultante para el deporte y que le resta credibilidad ante el público y el COI.
Otro de los reclamos está dado porque se afirma que la máxima entidad del deporte no involucró de manera justa y completa a los atletas en la elección de la nueva disciplina, e incluso, han pedido la intervención del presidente del Comité Olímpico, Thomas Bach. Discordias aparte, lo que es intolerable para muchos pudiera llegar a convertirse en una tabla de salvación para otros.
Lógicamente, entre esos otros está Cuba, quien pudiera beneficiarse con la eliminación de la hípica del programa de competencias del pentatlón, si tenemos en cuenta las dificultades que sortean los practicantes cubanos a la hora de entrenar la equitación.