Mónica aspira a integrar el equipo nacional cubano en un futuro cercano. Autor: Cortesía de Adriana Cantillo Publicado: 04/06/2022 | 07:31 pm
Casi siempre compartimos puntos en común con aquellas personas que consideramos nuestros ídolos; características o pasajes de sus vidas que nos acercan a ellos y alimentan la admiración que les profesamos.
Probablemente la colombiana Geiny Pájaro Guzmán, reconocida como la patinadora más exitosa de su país en la actualidad, desconozca que en Cuba tiene una seguidora que aspira en un futuro a atesorar títulos mundiales, tal y como lo ha conseguido la atleta cafetera, quien, con solo 22 años, ha colmado los podios de los eventos del orbe en siete oportunidades.
Como ella, la habanera Mónica Cantillo Díaz comenzó a enamorarse del patinaje desde temprana edad; a ambas fueron sus padres los primeros en percatarse de sus habilidades sobre ruedas y a las dos las mueve la pasión por la velocidad, siempre que haya una pista de por medio.
«Comencé patinando en la calle a los siete años, solo por diversión. Pero mis padres vieron que tenía actitud y por eso me llevaron a entrenar en serio.Siempre me ha gustado mi deporte, los entrenamientos son divertidos y hago muchas amistades allí», comentó a JR a través de internet la pequeña del capitalino municipio de La Lisa.
Cursa el quinto grado en la escuela primaria José María Pérez Capote y aunque no habla con ilusión de su primera competencia, pues asegura que no obtuvo buenos resultados debido al poco tiempo que llevaba patinando, luego de la pausa que causara la epidemia de la Covid-19, Mónica ha empezado a engalanar con lauros su vitrina personal.
«Tras la pandemia participé en un torneo en Cienfuegos y conseguí el tercer lugar en la prueba infantil y hace pocosdías, durante el Campeonato Provincial de patinaje de la Habana Roberto Chocolate in memoriam, conseguí todas las medallas en disputa», contó Cantillo Díaz sin que pudiera evitar que se le notara el orgullo en la voz.
Se trató de un exitoso certamen que reunió a los más pequeños del patinaje habanero para contender en seis pruebas: 100, 500 y 700 metros, los 3 000 línea, 2 000 metros por puntos y el evento de habilidades; más una prueba de relevo mixto para niños.
«Me divertí muchísimo, fue una experiencia muy bonita porque pude lograr mis primeras medallas de oro y también fui la máxima acumuladora de la justa», dijo la joven patinadora, hasta ahora muy bien encaminada en sus aspiraciones futuras de algún día formar parte del equipo nacional de la disciplina.
«Quisiera darle muchas medallas a mi país, como lo ha hecho Geiny Pájaro. No será fácil, tengo que hacer sacrificios, como, por ejemplo, llegar de la escuela y salir a entrenar, aunque haya días en los que quisiera quedarme en casa o con mis amigas, pero no lo hago porque sé que debo prepararme. Por eso aprovecho el tiempo de recreo y los fines de semana para jugar», afirmó.
Si no es usted un seguidor del patinaje cubano en la actualidad, seguramente no habrá podido asociar el apellido de esta niña con Adriana Cantillo, la principal velocista de la selección antillana.
A Mónica y a Adriana las unen algo más que lazos de consanguinidad. Tía y sobrina comparten el mismo entusiasmo por el deporte que practican y por lo que se ve, en esta familia el talento también es hereditario.
«Aunque practico todos los días en la pista con mi entrenadora Yenci Álvarez, mi tía y mi papá me ayudan mucho a corregir la técnica. A ella la admiro muchísimo, me motiva a entrenar duro, es mi ejemplo a seguir», puntualizó.
El torneo Roberto Chocolate in memoriam concluyó el pasado fi n de semana.Foto:Cortesía de Tony García.