El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró de manera oficial nuestra primera Serie Nacional de Béisbol. Autor: Archivo de JR Publicado: 12/01/2022 | 10:35 pm
No hubo periódico de la época que no vendiera la noticia: después de muchos años de pelota profesional en Cuba, iba a nacer un campeonato nuevo, más masivo, sin las grandes estrellas vistas por entonces en la Isla.
Llamaba la atención la estructura con que se jugaría la serie. De abajo hacia arriba, poco a poco. Avanzaría el ganador de cada segmento y entre los perdedores se armaría una selección para seguir en competencia.
El 14 de enero de 1962, ante una concurrencia poco mayor a los 25 mil aficionados, en un doble programa en el Latinoamericano daba inicio nuestra primera Serie Nacional. Sesenta años después ese sigue siendo el principal espectáculo deportivo de nuestro país.
¿Cómo fue aquella temporada primigenia? Primero hubo torneos zonales, provinciales, se dividió al país en dos, hasta concluir con la Serie Nacional, y como se dio en esta primera edición, un equipo podía llegar tan lejos como fuese capaz, si lograba de tumbar a rivales siempre más fortalecidos.
Así, llegaron a representar a la provincia más occidental, Pinar del Río (de la zona Pedro Esperón de Guanajay) y Vegueros como selección del resto.
Por la capital avanzó el conjunto del sindicato Telefónico (Habana) y la selección de Industriales, que agrupaba peloteros de los demás conjuntos del torneo de esa provincia. Con el nombre de Matanzas llegó al plantel de la zona de Juan Ávila y se armó con los demás el Henequeneros.
Entre esos seis combinados se tituló el Habana, único sobreviviente de las zonales de base, por lo que se ganó el derecho a participar en la Serie Nacional, acompañado de Occidentales, integrado por atletas de los cinco elencos perdedores (dos de Pinar del Río, dos de Matanzas e Industriales).
Igual formato se aplicó en la región del oriente. Había clasificado el conjunto del central Obdulio Morales (antes Narcisa), con el nombre de Las Villas, y lo acompañó la selección de Azucareros.
Por el pase al torneo élite también compitieron Granjeros, conformado por jugadores cuyos equipos no avanzaron en el certamen provincial, y el ganador de ese circuito, el elenco de Saturnino Aneiro, que tomó como nombre Camagüey. Y se completó el sexteto con el plantel de Oriente (Manzanillo) y la selección de Mineros.
Para la Serie Nacional alcanzó el cupo Azucareros y se armó el Orientales con jugadores de los otros cinco contendientes en la justa del este.
De esa forma, llegaron al Latino los cuatro planteles que tuvieron el privilegio de inaugurar las series nacionales, el 14 de enero de 1962. Solo uno de ellos, Habana, había vencido todas las fases. El resto de las nóminas se había ido conformando en el camino.
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