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El COI, la justicia y el orden

El Comité Olímpico Internacional actualiza las pautas para permitir la participación de atletas transgéneros en próximas Olimpiadas 

Autor:

Luis Autié Cantón

Las manos de Laurel Hubbard chocan en una palmada, escupen una nube de carbonato de magnesio, se enroscan alrededor de la barra, se funden y aprietan el metal.  Frente a ella, espaciados en la oscuridad de los asientos en el Foro Internacional de Tokio, los jueces. Quizá algún aficionado. Laurel no los ve, pero la ven a ella, sola en la plataforma, con el peso interno de haber fallado ya dos veces sobre 120 y 125 kg. Un intento estéril más y se le terminarán los Juegos. A Laurel le pesan los discos y le pesan, también, las críticas futuras que recibirá si falla. No los ataques inherentes a la descalificación, no. Mientras una gota de sudor le baja por la sien, a la neozelandesa le preocupan las murmuraciones que emanarán durante algún tiempo después de su descalabro. Porque la pesista carga sobre sus hombros una condición que, si bien sienta un precedente, también le dibuja una diana enorme en la espalda: un par de meses antes de la cita estival Laurel se convirtió en la primera atleta transgénero elegida para competir en unos Juegos Olímpicos.

Hace unos años, el Comité Olímpico Internacional (COI)  emitió su postura al respecto, y defendió la tesis de que el género, como línea divisoria  entre competiciones masculinas y femeninas, no está definido por los atributos sexuales ni de que las 23 parejas de cromosomas sean todas X o XY. La palaba de orden, desde entonces, había sido una: testosterona.

Para  la entidad reguladora del olimpismo quedó claro entonces el presupuesto científico de que las mujeres producen menos testosterona que los hombres y que, por lo tanto, tienden a ser más pequeñas, con menos masa muscular, menos capacidad torácica, menos fuerza, velocidad y resistencia. Entonces, afianzaron la idea de que no era necesaria la extirpación de los órganos que definen la sexualidad del atleta, sino regular los niveles de testosterona. Para competir en pruebas femeninas, los hombres transexuales deberían tener un nivel de testosterona inferior a diez nanogramos por mililitro de sangre—mantenido durante un período de 12 meses—, luego de tratamientos con estrógenos.

Ahora, años después, el COI ha anunciado una actualización inminente del marco legal que regule este particular, luego de que su director médico y científico, Richard Budgett, hiciera un llamado de atención durante los Juegos de Tokio y apuntara que la testosterona no es el único elemento a tener en cuenta.

Según Budgett, la regla de los diez nanogramos podría modificarse. Hace un par de días, en una conferencia del Consejo de Europa sobre la protección y promoción de los derechos humanos de los atletas intersexuales y transgénero en las competiciones deportivas, el facultativo adelantó algo de lo que se viene.

«Todavía tenemos que acordar el marco. Es un desafío, pero se publicará dentro de unos meses, a más tardar justo después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Somos muy conscientes de que el sexo, por supuesto, no es binario. Es un continuo, los sectores se superponen, por lo que las soluciones no serán esencialmente binarias. Las mujeres transgénero son mujeres, pero también tenemos que separar el género de la elegibilidad», expresó.

«Y la elegibilidad— continuó Budgett— debe ser específica del deporte para tener esta competencia justa y significativa en todos los niveles, pero especialmente en el nivel de élite, en el que hay mucho más en juego. Habrá diferentes criterios para diferentes deportes».

Entretanto, organismos como World Athletics, la Unión Ciclista Internacional y World Rugby han actualizado sus pautas de manera independiente. Algunas aceptan a atletas transexuales en sus competiciones, otras no.

Ahora bien, el nuevo marco regulatorio, luego de estudios científicos mucho más rigurosos, arrojará luz sobre el tema. El deporte, como la vida, el mundo y las cosas, está cambiando. Y el cambio, si es ordenado, justo y para bien, siempre será bienvenido.

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