El grupo ha demostrado un gran ánimo para enfrentar los retos cercanos. Autor: José Yulier Herranz Publicado: 24/03/2021 | 08:44 pm
Este martes en el Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores de Guatemala, la selección cubana de fútbol comenzó lo que podríamos considerar como una ruta histórica rumbo a la Copa del Mundo de Catar 2022. Varias son las razones que nos llevan a pensar que, sin importar el resultado de estos dos partidos eliminatorios, hay esperanzas de cara al futuro.
El argumento inicial, que no por repetido pierde relevancia, es la llamada de cuatro de los jugadores que se desempeñan en ligas extranjeras de forma independiente al Inder. La presencia en la lista de Onel Hernández, Carlos Vázquez, Jorge Luis Corrales y Joel Apezteguía ha sido una de las mejores noticias de los últimos tiempos y además se presenta como el principio de un proceso que eventualmente debería traer nuevos nombres a vestir la elástica antillana.
También queda claro que, por mucho talento que llegue desde fuera del país, no radica ahí el secreto para que el balompié nacional dé el salto de calidad y competitividad que hace tiempo necesita. ¿Que es un paso enorme? Pues por supuesto que sí, pero a la vez toca trabajar más y mejor desde la Isla para que todo esto sea más que un espejismo temporal.
A pesar del ánimo que se percibe, la naturaleza ha colocado un obstáculo a los dirigidos por Pablo Elier Sánchez, al retrasar la llegada a la concentración de Onel y Maykel Reyes, a priori dos hombres que parecían destinados a la titularidad frente a los chapines y el once de Curazao. Así todo, las inoportunas cenizas del volcán Pacaya no han sido capaces de desanimar a un grupo de atletas al que se le nota un cambio.
Desde que comenzaron a llegar el pasado domingo al territorio guatemalteco, sede de sus retos más próximos, se nota en los integrantes del conjunto un espíritu distinto al de otras veces y eso también lo percibe la afición, cuyas expectativas se han elevado en consecuencia.
Por supuesto que la conjunción de las caras nuevas con las de «viejos» conocidos como Arichell Hernández, Luis Paradela, Karel Espino, Yosel Piedra o Sandy Sánchez son un elemento a señalar como parte de la favorable imagen que proyectan actualmente los Leones del Caribe. No obstante, habrá que esperar y ver si todo eso termina por concretarse sobre la cancha a mediano y largo plazo.
Sería muy injusto pedirle al profesor Sánchez que, de ahora para luego, se invente un conjunto capaz de convertirse en potencia del área. Como mismo se pide tiempo para la adaptación de los jugadores, también debemos dárselo al técnico pinareño, quien ha sido uno de los artífices fundamentales del momento que vivimos y seguramente hará todo lo posible porque el nombre de Cuba sea, cuando menos, dignificado futbolísticamente.
Consideraciones aparte, habrá que ver qué depara la realidad. Completado ya a estas alturas el debut ante los locales, el domingo queda otro choque fundamental ante la tropa curazaleña que es gran favorita para dominar el grupo. En este punto, y aunque suene duro, debería dar igual si ganamos, empatamos o cedemos. Lo más relevante será aprovechar y aprender de estas «batallas» de cara a las «guerras» que aún están por venir.