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Los Cocodrilos matanceros lograron al fin el anhelado título de la pelota cubana. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 29/12/2020 | 11:15 pm
El 2020 ha sido un año irregular, eso nos consta a todos. La aparición en nuestras vidas de un enemigo invisible y mortal nos obligó a atrincherarnos y a pisar el freno de la rutina diaria, y hasta de los planes futuros.
Como es de suponer, el deporte cubano también fue forzado a causa del nuevo coronavirus a cambiar sus estrategias, aunque el primer trimestre del ciclo auguraba 12 meses activos, sobre todo por las Olimpiadas de Tokio que ya tenían su espacio reservado en el calendario.
Cocodrilos, trebejistas, bola blanda, arco y flecha
El veterano Juan Carlos Stevens, junto a su coterránea Elizabeth Rodríguez, conquistaron la modalidad mixta del Torneo Élite de Arquería. Foto: Tomada del
periódico Sierra Maestra.
Cada cubano, específicamente cada matancero, disfrutó de un enero irrepetible. Habían pasado 29 años desde que un equipo de béisbol de esa provincia se coronara campeón de la pelota cubana, en aquel entonces vistiendo los colores de Henequeneros.
Tras asirse a un podio en siete campeonatos seguidos, el conjunto yumurino, esta vez bajo la batuta del mentor Armando Ferrer, logró dominar 4-2 en la final a los Toros de Camagüey, tras ganar los partidos uno (5-3), tres (6-1), cuatro (5-3) y seis (11-2), mientras cedieron en el segundo (0-8) y quinto (6-9).
Entretanto, febrero transcurría, como ya es tradición, con la búsqueda de quien sería la nueva reina del ajedrez cubano. La competencia, desarrollada en Holguín, reunió a las mejores trebejistas cubanas del momento, pero solo una, esta vez la Gran Maestra (GM) pinareña Lisandra Ordaz, logró coronarse
campeona nacional entre las damas al totalizar ocho puntos que, aunque igualó en el total con la GM habanera Yuleisy Hernández, el sistema de desempate le concedió su primer título en la historia de esta lid.
En la tercera posición concluyó la Maestra Internacional santiaguera Yaniela Forgás que acumuló 7,5 unidades.
Por su parte, la versión ajedrecística para los hombres se realizaba en Santa Clara con la presencia de 12 atletas. En la justa, el camagüeyano Carlos Daniel Albornoz retuvo en su poder el cetro conquistado en la anterior edición de la lid, tras derrotar al GM Yasser Quesada en 33 jugadas de una apertura Catalana.
Dejando atrás los tableros cuadriculados llega el momento de resumir lo ocurrido en marzo con el deporte de la bola blanda, una disciplina que en su torneo femenino efectuado en Granma vio titularse al conjunto de Villa Clara.
Cuentan los presentes en el duelo final entre naranjas y granmenses, que las lanzadoras Yilian Tornés, por el equipo anfitrión, y Anisley López, de las villaclareñas, llegó a extrainning y concluyó 1-0 favorable a las del centro del país.
El bronce de la justa fue para el equipo de Santiago de Cuba, quienes previamente sucumbieron ante Granma 6-2, pero desplazaron a las guantanameras que se situaron en el cuarto puesto, seguidas por Holguín y La Habana.
El tercer mes del año también reunió a los mejores arqueros de la Isla para celebrar el Torneo Élite de su disciplina, esta vez con sede en Sancti Spíritus. En la lid, los anfitriones yayaberos volvieron a coronarse al totalizar 398 puntos, seguidos por Santiago de Cuba, con 350, y Pinar del Río con 300.
La sorpresa en la justa la dio el joven santiaguero Javier Vega, quien derrotó en el certamen individual masculino a su coterráneo Juan Carlos Stevens con resultado de 6-4 para titularse campeón; por su parte entre las mujeres ganaba la pinareña Aismaris Breijo. En otros resultados Santiago de Cuba ganó el mixto con Juan Carlos Stevens y Elizabeth Rodríguez, quienes superaron al dúo pinareño de Hugo Franco y la propia Aismaris.
Freno al impulso
Muchos se vieron obligados a improvisar para no detener los entrenamientos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Con la llegada de los primeros casos positivos a la Covid-19 en Cuba y la necesaria implementación de medidas para contrarrestar los dañinos efectos del virus, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) canceló en un primer momento los certámenes nacionales e internacionales desde marzo hasta el 31 de julio de 2020, los que sumaban un total de 252 entre eventos, competencias y actividades, 11 de ellos con carácter foráneo, además de varias justas locales de distintas disciplinas.
Entre los eventos domésticos suspendidos estuvieron los Juegos Pioneriles y los 56tos. Juegos Escolares y Juveniles. Como dato curioso les comparto que fue esta la tercera ocasión en la historia de estos
torneos que debieron ser suspendidos, la primera fue en 1981, por los embates del dengue hemorrágico, y la segunda en 1991, por la celebración de los Juegos Panamericanos de La Habana.
Entretanto, las providencias adoptadas por el organismo rector del deporte en Cuba frenaron igualmente el desarrollo de importantes eventos como el de bádminton Giraldilla, la 2da. Copa Amistad Cuba-Australia de rugby, un partido de fecha FIFA contra Nicaragua, la Media Maratón de Varadero y el Torneo del Caribe de tenis de mesa.
La pinareña Lisandra Ordaz se coronó campeona nacional por primera vez en estas lides. Foto: Tomada de Jit.
Además, otros de mayor trascendencia como el 55to. Torneo Capablanca in Memoriam de Ajedrez, el Norceca de Voleibol de Playa y el Norceca Liga de Naciones-Masculino, se vieron detenidos en el tiempo a causa de la situación epdemiólogica provocada por el nuevo coronavirus.
Pasados los meses más críticos, la única tríada de competencias que estaba programada para el cierre de año, dígase los eventos nacionales de judo, lucha y boxeo, correspondientes a la primera categoría, sufrieron igual destino que el resto de los certámenes calendariados.
Solo la sexagésima edición de la Serie Nacional de Béisbol ha podido sortear los obstáculos impuestos por la Covid-19, y hasta este minuto, cumpliendo estrictamente con los protocolos de salud, se mantiene en desarrollo, para beneplácito de los amantes del deporte de las bolas y los strikes en el país.
