Bayern de Múnich Autor: EFE Publicado: 27/06/2020 | 12:41 pm
En 2013, cuando el Bayern de Múnich conquistó por primera vez el triplete de Bundesliga, Copa y Liga de Campeones (UCL, por sus siglas en inglés), y luego se coronó en la Supercopa de la UEFA y el Mundial de Clubes, todo parecía indicar que los bávaros tenían potencial para convertir ese dominio en una dinastía histórica a nivel global.
Sin embargo, durante los siguientes años fallaron en volver a conquistar «La Orejona» y eso hizo que, a pesar de dominar totalmente la competición doméstica, otros equipos pudieran despojarlo de la etiqueta de «mejor club del mundo».
Siete temporadas más tarde, la escuadra alemana está de nuevo en lo más alto. Después de un comienzo accidentado del curso 2019-2020, etapa durante la que despidieron al técnico croata Niko Kovac, los rojos volvieron al buen camino de la mano de Hans-Dieter Flick, a quien muchos no daban demasiadas posibilidades de éxito.
Primero, comenzaron a levantar en la liga y terminaron ganándole al Borussia Dortmund una de las lides más duras de los últimos años. A continuación, llegó la alegría en la Pokal germana, en donde superaron 4-2 al Bayer Leverkusen.
Sin embargo, y aunque los dos trofeos nacionales no son poca cosa, terminar la temporada con otro fracaso europeo hubiera vuelto a dejarlos con el mismo sabor de boca agridulce.
El recorrido de los gigantes de Baviera por el máximo evento futbolístico de Europa comenzó muy bien este año, pues en fase de grupos ganaron sus respectivos choques ante Estrella Roja de Belgrado (3-0 y 6-0), Tottenham (7-2 y 3-1) y Olympiacos (3-2 y 2-0).
Como primeros de su llave, la B, el sorteo de octavos de final quiso que les tocara el Chelsea en esa fase, la primera de eliminación directa. En la ida ganaron 3-0 a los londinenses y meses después, tras la pausa provocada por la pandemia, les endosaron un 4-1 que les puso directo en la siguiente ronda.
La estancia en Lisboa, sede de la definición, no pudo ser mejor. En cuartos de final destrozaron 8-2 al Barcelona y a continuación eliminaron 3-0 al Olympique de Lyon. Ya en la final, no necesitaron más que la diana del francés Kingsley Coman para superar al París Saint-Germain y llevarse a casa su sexto título, el mismo que les permitió empatar con el Liverpool como el tercer plantel con más galardones en la justa.
Ahora bien, cierto es que tras hacerse con todos los títulos posibles en esta campaña, los muchachos del Bayern hicieron méritos suficientes para ser considerados nuevamente los reyes del balón. Sin embargo, no solo valen sus victorias, sino la forma en que las lograron.
El primer elemento que sirve para valorar aún más el trabajo de Flick y sus jugadores es su récord de 11 sonrisas en la Champions, marca invicta que los convirtió en el único plantel de la historia en coronarse con un pleno de victorias.
Si eso fuera poco, diremos que, en su camino a la sexta Orejona, anotaron 42 goles (para un promedio de 3.81 por partido) y permitieron solo ocho en contra. Igual fueron herméticos en la Bundesliga, en donde convirtieron cien veces y concedieron en 32 ocasiones, números que superaron al resto de sus rivales.
En lo que resta de 2020, todavía el Bayern de Múnich puede llevarse a sus vitrinas dos galardones más: las Supercopas europea y alemana que deberá disputar ante el Sevilla y el Dortmund. En caso del Mundial de Clubes, tendrá que esperar a 2021, momento en que se estrenará un nuevo formato del torneo.