Cuando el 2 de diciembre de 1983 se escuchó por primera vez en la radio el tema Thriller, de alguna forma la historia de la música cambió un poco. El sencillo, que daba título al álbum que posteriormente se convirtió en el más vendido de la historia, llegó a ser himno.
Por si fuera poco, la canción vino acompañada de un video clip inolvidable, lleno de referencias al cine de horror clásico, el cual nos provocó una de esas sensaciones raras, de esas que van a medio camino entre el placer y el miedo.
Lo que nunca imaginó entonces Michael Jackson es que el baile de sus no-muertos, mezclado con la tétrica voz del actor Vincent Price, recibiría tantos homenajes en todo tipo de escenarios.
Tal vez dos de los espacios más singulares en donde se ha reconocido recientemente ese legado, han sido la Copa Oro y la Copa América. Allí, dos selecciones han dado grandes exhibiciones de fútbol estilo zombi, en lo que puede calificarse como un verdadero tributo al Rey del Pop.
Al norte del continente, el once de Cuba ha copiado como pocos aquellos característicos pasos bajo la luz de la luna, y dos veces han dejado clara la actitud «descerebrada» que debe caracterizar a todo buen cadáver bailarín. Lo peor es que los protagonistas de la danza no son tan culpables como el creador de la macabra coreografía que les ha hecho recibir diez goles y no anotar uno solo.
Ya sin opciones de avanzar a la próxima fase, a los Leones del Caribe todavía les falta el choque frente a Canadá, adonde llegarán disminuidos tanto anímica como numéricamente, tras el abandono de la concentración por parte del capitán Yasmani López y de un inamovible como Daniel Luis Sáez.
En el extremo sur del territorio americano, un conjunto vestido de blanco y celeste ha hecho que aquello que nos asustó en la obra maestra de Jackson, parezca ahora un mero chiste.
Si la Argentina de los Lioneles: Scaloni y Messi, había venido escribiendo páginas escalofraintes con el paso de cada partido, ya han alcanzando límites impensables. Si ante Colombia al menos quedaba el consuelo de saberse frente a un rival de categoría, contra Paraguay, un histórico en reconstrucción, el espectáculo fue aún más penoso.
Hay quién piensa que el genio de Rosario todavía puede hacer magia para así salvar a los suyos de la enésima debacle. Otros, más radicales, piensan que los rioplatenses necesitan tocar fondo lo antes posible, a ver si el trauma les obliga a mirar de nuevo hacia la luz.