El tiroteo aún no termina y ya el saldo resulta alarmante. Han pasado solo siete días y los números chorrean sin que nadie los contenga. Ya van 23... preseas. No de cualquiera, sino de Cuba en los XXII Juegos Centroamericanos, con sede en Veracruz, México.
Resulta que la Mayor de las Antillas domina el medallero general del tiro deportivo, con diez metales dorados, siete de plata y seis de bronce, irrespetando a «la autoridad» en la Academia de Policía El Lencero, sede del evento.
Justamente este viernes los cubanos sumaron cuatro medallas, por intermedio del trío varonil del skeet (oro), el equipo masculino de pistola rápida a 25 metros (plata), el skeet individual (bronce) y la pistola rápida a 25 metros para hombres (plata).
En el skeet, Guillermo Alfredo Torres, Juan Miguel Rodríguez y Servando Puldón no creyeron en los uniformados mexicanos y rompieron 354 platos. Durante esta segunda jornada competitiva nuestros muchachos superaron al conjunto anfitrión (347 unidades) y al venezolano (347).
En la prueba individual de la misma especialidad, el cubano Torres redondeó una tirada perfecta (50 puntos), sumando así 120 con su actuación del jueves. De esta manera se incluyó en la fase semifinal (ronda de seis), en donde se ubicó tercero con 13 blancos en 16 oportunidades y ganó el derecho a disputar el bronce. Fue entonces que superó a Víctor Silva (13-12), de Venezuela, para certificar su medalla.
El oro quedó en poder del guatemalteco Rodrigo Zachrisson, quien aventajó 15-14 al boricua Luis Arturo Bermúdez.
En tanto, la pistola de tiro rápido aportó dos segundos lugares en su asalto a Veracruz. Así, Leuris Pupo, campeón olímpico en Londres 2012, se «robó» la plata al compilar 565 unidades, por detrás del venezolano Felipe Beuvrin (568). El tercer puesto fue para Douglas Gómez (560), también de Venezuela.
El equipo antillano en esta modalidad sumó 1 671 rayitas. Venezuela (1 673) y Guatemala (1 617) consiguieron el oro y el bronce, respectivamente.