Joel Suárez pudiera abrir este miércoles. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
MATANZAS— Por segunda vez en esta final beisbolera la lluvia tuvo su cuota de protagonismo y el sexto juego entre los Vegueros pinareños y los Cocodrilos matanceros, que debía celebrarse la víspera en esta ciudad, quedó aplazado para hoy en el mismo estadio Victoria de Girón a partir de las 7:15 p.m.
Camino al escenario aparecieron las primeras sospechas de que la Madre Natura amenazaba la fiesta. Y los temores se confirmaron cuando el torrencial aguacero inundó el diamante sin pistas de cuándo podía amainar.
Como suele suceder en estas circunstancias, comenzaron las especulaciones sobre a cuál de los dos aspirantes a la corona beneficiaba más el día añadido a la fecha pactada para la batalla. De no haber caído ni una gota, el zurdo Julio Alfredo Martínez y el diestro Joel Suárez habrían sido los elegidos para encargarse de la apertura de visitantes y locales, respectivamente.
Pero la realidad vivida invita a la reflexión desde ambos bandos. Según informaron a JR los comisarios técnicos del partido, el día de extensión habilitó a la mayoría de los serpentineros. A saber, solo el vueltabajero Isbel Hernández y el granmense Lázaro Blanco —refuerzo del elenco yumurino— mantienen el veto por no cumplir aún el descanso reglamentario.
De tal forma, los dos timoneles pudieran optar por mantener las designaciones previas, o calibrar posibles variantes. Urquiola recuperó con la lluvia la posibilidad de utilizar a su estrella Yosvani Torres —pero con solo cuatro días de descanso—, y pudiera entonces reservar a Julio Alfredo o Vladimir Baños, por si necesita de un último disparo. También tiene la oportunidad de invertir esa ecuación, decidirse por una de esas dos cartas, y de acuerdo con sus desempeños, emplear entonces a su as de pitcheo. ¿Influirán en su decisión los deseos de cerrar el lazo lo más pronto posible y regresar a casa con la corona?
Por otra parte, el torrencial proporcionó un mayor reposo del zurdo Yoanni Yera, quien gracias al día de traslado estaba disponible después de gastar 41 lanzamientos el pasado domingo. Y eso es un elemento a sopesar por Víctor Mesa y sus colaboradores, conscientes de que no habrá mañana sin un triunfo. El alto mando yumurino es el que más restringido tiene el abanico de posibilidades, y por eso deberá maniobrar con sumo cuidado ante las diversas situaciones que pudieran presentarse. Pero le beneficia la convicción de que todo el arsenal debe y tiene que ser usado en aras de la supervivencia.
En fin, las variantes existen. Solo es cuestión de pensar, y con la cabeza fría después de un buen aguacero, las ideas pueden ser más frescas. Ya veremos.