ESTAMBUL, junio 23.— La presencia este domingo de los futbolistas del planeta menores de 20 años en la Copa Mundial de Turquía pasa prácticamente inadvertida para el público local, como muestra la pobre asistencia a los estadios, tras los primeros ocho partidos, destaca PL.
Los índices de asistencia a los estadios son demasiado bajos en este torneo, si tenemos en cuenta que en ningún partido concurrieron más de 5 000 hinchas a los escenarios de juego, a excepción lógicamente del día inaugural en el Kadir Has, de Kayseri.
Solo en el choqueo entre los locales y El Salvador se logró rebasar la cifra de 4 500 espectadores (4 662), en el estadio Hüseyin Avni Aker, de Trebisonda, aunque los congregados parecían «oasis en medio de un desierto» con capacidad para alrededor de 25 000 personas.
En Turquía el fútbol se vive muy intensamente a nivel de clubes y también cuando se habla de la selección nacional absoluta. Pero estas categorías inferiores no despiertan tanto interés en la afición, puede decirse que pasa inadvertido, destacó Cenk Alacan, editor jefe de la redacción deportiva del diario El Sol.
Ciertamente, el torneo aún comienza su rodaje, sin embargo será difícil incrementar los niveles de asistencia, sobre todo si unimos esa apatía de la fanaticada con la inestable situación política que se vive hoy en varias ciudades de la nación, con énfasis en Estambul.
Su predecesor, Colombia-2011, marcó cifras récord en asistencia a las instalaciones de juego -un total de millón 309 000 929 fanáticos presenciaron los partidos-, hecho que deja aún más en evidencia a Turquía-2013 (al ritmo actual rondará a duras penas el cuarto de millón de visitantes a los estadios).
Esta Copa del Mundo de fútbol sub-20 se celebra en estadios de siete urbes de Turquía, específicamente en el Türk Telekom, con capacidad para 52 652 aficionados, el Bursa Ataturk (25 213), el Kadir Has (32 864), el Yeni Rize Sehir (15 585), el Kamil Ocak (16 981), el Hüseyin Avni Aker (23 772) y el más chico en la Universidad de Akdeniz (7 083).
La asistencia de público puede valorarse de mala en toda la extensión de la palabra por tratarse del segundo torneo más importante de la FIFA, pero es válido destacar que la calidad de los recintos es la cara opuesta de la moneda, al encontrarse todos en excepcionales condiciones.
Este certamen se disputa del 21 de junio al 13 de julio, día señalado para la gran final en el Türk Telekom Arena de Estambul, antigua Constantinopla.
A la cita acuden los mejores jugadores del mundo en la categoría, a excepción de brasileños y argentinos, eliminados en fases clasificatorias al Mundial.
Así, en los estadios de Turquía los aficionados pueden deleitarse, por ejemplo, con la magia de los españoles Oliver Torres y Gerard Deulofeu, el poderío de los franceses Paul Pogba y Geoffrey Kondogbia, la velocidad supersónica del nigeriano Aminu Umar, la técnica del mexicano Jesús Corona, o la capacidad goleadora del portugués Ricardo Esgiao.