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Leinier ha tenido apuros de tiempo en todas sus partidas. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:25 pm
Un reloj blando es un reloj derretido por el paso del tiempo, un reloj apesadumbrado ante horas imponderables que agotan la memoria e imponen una dictadura cuasi eterna, un reloj que espera y se aqueja.
Así, en parte, describen los críticos a La persistencia de la memoria, nombre original del famoso lienzo de Salvador Dalí, y que parece vestir al cubano Leinier Domínguez (2725 puntos Elo) en esta primera fase del Grand Prix de ajedrez, pues el güinero volvió a presentar complicaciones con las «manecillas» —es quien más deja correr los minutos— este lunes en su cuarta partida entablada.
Rustam Kasimdzhanov (2684), de Uzbekistán —el trebejista de más bajo coeficiente en la justa londinense—, tuvo delante al mejor hombre de Latinoamérica, pero en el juego ciencia los números no siempre dicen la última palabra.
Nuestro muchacho condujo piezas negras, y ante la Ruy López de su oponente respondió con la Defensa Berlín, en la alfombra roja de la moda ajedrecística desde que Vladimir Kramnik (2797) la empleara exitosamente en su match contra el Ogro de Bakú, Gari Kasparov.
El célebre club Simpson’s in the Strand fue testigo de otro armisticio firmado por el antillano y en el que el «traqueteo» no pasó de 59 movimientos.
Leinier sigue con paso firme, aunque eso sí, algo conforme con estas igualadas ante la crema y nata del ajedrez mundial.
No obstante, navegando ante críticas desmedidas, bastante cegadas por la inconformidad y la sed de triunfo —así somos no pocos en este archipiélago—, hay que reconocer que hasta la fecha va teniendo un excelente torneo.
Debo resaltar, pues apuntala mi tesis y el titular del presente artículo, que el caribeño ha presentado apuros de tiempo en todos sus cotejos y en el más reciente empleó ¡600! segundos antes de efectuar la primera movida. Para colmo, a la altura del décimo lance había consumido casi 40 minutos.
Mientras, en la misma jornada, el estadounidense Hikaru Nakamura (2783) firmó el armisticio con el búlgaro Veselin Topalov (2752) por los senderos de una defensa Siciliana. El holandés Anish Giri (2730) «abrazó» al ucraniano Vassily Ivanchuk (2769) en una India de Rey, y el húngaro Peter Leko (2737) acordó la paz frente al inglés Michael Adams (2722) en otra Ruy López.
En tanto, fueron dos los duelos a muerte. El israelí Boris Gelfand (2738) ganó su segundo pulso de la lid, ahora conduciendo figuras claras ante el chino Hao Wang (2742) en un Gambito de Dama declinado, y el ruso Alexander Grischuk (2754) «agujereó» al azerbaijano Shakriyar Mamedyarov (2726) en 46 lances de una Española.
Con estos resultados, la tabla general es comandada por Gelfand, con tres unidades, seguido de Grischuk y Leko, ambos con 2,5. Un poco más lejos, con dos rayitas, andan Topalov, Domínguez, Nakamura, Adams, Mamedyarov, y ya en el sótano bucean Kasimdzhanov, Wang, Ivanchuk y Giri, todos con 1,5.
Hoy se celebrará una nueva ronda, en la que Leinier enfrentará con blancas a Nakamura. Además, Topalov verá a Leko, Wang luchará ante Kasimdzhanov, Mamedyarov soltará los sesos frente a Gelfand, Ivanchuk se fajará con Grischuk y Adams tendrá delante a Giri.
Este certamen, categoría XX debido a su promedio de 2738, se celebrará a 11 rondas y constituye el primer chance del cubano para discutir el título mundial, en poder del indio Viswanathan Anand (2780). Resulta que los dos mejores ubicados en el evento obtendrán cupos directos al Torneo de Retadores, instancia de la que saldrá un solo hombre a enfrentar al actual «papá» del juego ciencia, que se ha proclamado monarca compitiendo bajo tres sistemas de competencias distintos.
