Lionel Messi robó un balón al defensa local Sergio Ramos. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:15 pm
El Barcelona dio un gran golpe de efecto al adjudicarse el «Clásico» del fútbol español derrotando al Real Madrid por 3-1 en el estadio Santiago Bernabéu, un resultado que incentivará al equipo catalán durante el Mundial de Clubes.
Los anfitriones consiguieron el gol más rápido n este tipo de partidos al marcar el francés Karim Benzema a los 22 segundos de juego, tras una presión sobre la defensa barcelonista que provocó un error del arquero Víctor Valdés.
En esa rocambolesca jugada, que terminó desviando apenas el centrocampista catalán Sergi Busquets por dos veces, Bezema recibió la pelota para empujarla a bocajarro sin que Valdés pudiera parar el potente remate.
El trepidante inicio del partido alentaba un nerviosimo por parte de los pupilos de Josep Guardiola y presagiaba una victoria para los madridistas. Sin embargo, el astro argentino Lionel Messi robó un balón al defensa local Sergio Ramos, lo que provocó una cabalgata del mejor jugador del mundo hacia la valla del guardameta Iker Casillas, quien tuvo que desviar el balón cruzado que lanzó el número 10 del Barça.
En ese instante, el Barcelona encontró su espacio dentro del campo para desarrollar su juego de toque y balón en profundidad hacia los lados, con el defensa brasileño Dani Alves creando peligro en la banda derecha y el atacante chileno Alexis haciendo daño en la izquierda.
En un terreno de juego húmedo por la incesante lluvia que caía en la capital española, los madridistas siguieron presionando arriba para provocar malos pases. Y con éxito. En un nuevo fallo de la defensa visitante, Benzema puso un balón al delantero portugués Cristiano Ronaldo, quien todavía no había aparecido en el encuentro, para chutar a la portería en el minuto 24, pero la pelota salió afuera.
Controlando el "tempo" del encuentro, Messi robó la pelota en el medio del campo iniciando una jugada personal que terminó dando una asistencia a Alexis Sánchez para que cruzara el balón sin opción alguna para Casillas.
Con el empate a un tanto, ambos equipos mantuvieron su táctica, uno de seguir tocando el balón y los otros presionando arriba, hasta el final de la primera parte. Pero en el minuto 54, el signo del partido se inclinó hacia los 'blaugrana' cuando Xavi Hernández, quien cumplió su 600 partido de liga, enganchó un balón que desvió el brasileño Marcelo hacia la portería madridista, lo que propició que Casillas no llegara, y entró suave tras rozar el poste.
El golpe de efecto obligó al entrenador portugués José Mourinho a sustituir al alemán Mesut Ozil por el brasileño Kaká y al francés Lass Diarra por el alemán Sami Khedira, sin mayor éxito.
Pese a que Cristiano Ronaldo se mostró más activo en la segunda parte, con una clamorosa ocasión fallada tras cabecear un balón ante Valdés, el Barcelona sentenció el encuentro en el minuto 65 tras un centro del brasileño Dani Alves que terminó con un impecable cabezazo de Cesc Fábregas, ante la impotencia de Casillas.