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Henry Jaen y Dailín Belmonte mantuvieron la tradición en la carrera istmeña. Autor: JIT Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
Santiago de Cuba se escuchó más de lo normal este domingo en la capital de Panamá, cuando la indómita Dailín Belmonte terminó segunda en la trigésimocuarta versión del Maratón Internacional de esa ciudad, carrera dominada por la «legión africana» presente en las calles istmeñas.
Belmonte cronometró 2:45.16 horas, detrás de la kenyana Janet Rono (2:44.42), una conocida de las carreras de largo aliento en Latinoamérica y quien atesora en sus vitrinas los títulos en Mazatlán, Culiacán y Río de Janeiro, entre otros.
«Aunque no fue mi mejor tiempo, creo que hice una buena carrera. Cerré con fuerza en los últimos kilómetros pero no pude darle alcance a la keniana», dijo Belmonte al diario La Prensa al término de la competencia.
En tercer lugar arribó la ecuatoriana Sandra Raules con tiempo de 2:52.18, seguida de las colombianas Claudia Tanarife (2:57.48) e Igladini González (3:04.55)
Por su parte el otro cubano, Henry Jaen, subtitular del Marabana 2010 en la media maratón (1:07.36), se ubicó noveno (2:36.94) en la rama masculina, y de esta manera no pudo adjudicarse su quinta corona (2003, 2004, 2007, 2008) en estas lides, diadema que correspondió al etiope Alene Reta con récord para la competencia incluido. Las dos horas, 16 minutos y 25 segundos de Reta —ganador de los maratones de Puebla y Santiago de Chile este año—, destrozaron el registro de 2:20.56 que estaba en poder del colombiano Juan Carlos Cardona —ahora décimo— desde 2000.
Este evento tuvo su primera versión en 1977 y en la rama masculina Cuba cuenta con cinco títulos, cuatro del santiaguero Jaen y uno del capitalino Alberto Cuba en 1999, con marca de 2:21.11, el mejor tiempo de un cubano en ese certamen.
Entre las damas, Sergia Martínez en el año 2000, Emperatriz Wilson (2002), Yailén García (2007), actual dominadora de la distancia en la Isla, y ahora Dailín Belmonte, han ganado este evento.
De esta manera la Mayor de las Antillas mantiene la acostumbrada presencia en este certamen, de gran importancia para los nuestros, que no han podido tener una participación internacional adecuada.
