Mucho se habla de los logros del deporte cubano, de sus incontables hazañas, de sus tantos héroes. De esos gigantes que hacen de esta pequeña Isla un icono a escala universal, porque cuando los hombres luchan, las naciones se engrandecen sin importar los obstáculos, sin importar los bloqueos.
Por eso son más grandes nuestros deportistas, por eso son más grandes nuestros hombres y mujeres. Ni siquiera el mal llamado «embargo» de los Estados Unidos ha podido frenar el ascenso del movimiento deportivo cubano, que tras casi 50 años sigue dando batalla.
No obstante, aunque se continúa luchando por mantener a Cuba en lo más alto del deporte en la arena internacional, no son pocas las limitaciones a que se ven sometidos nuestros atletas y entrenadores en su camino a la cima.
El bloqueo económico impuesto por EE. UU. a la mayor de las antillas, alcanza dimensiones realmente escandalosas y el movimiento deportivo cubano no ha podido escapar de sus consecuencias.
El Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), registra pérdidas millonarias a lo largo de este medio siglo de Revolución. Solamente las afectaciones provocadas en la actividad de Asistencia Técnica entre mayo de 2009 y abril de 2010, ascienden a más de 92 600 dólares.
Las acciones contra el sistema bancario y financiero cubano han reducido las posibilidades de utilizar bancos corresponsales, por lo que las transacciones monetarias se han vuelto más complejas.
El solo hecho de no poder emplear el dólar estadounidense para obtener los implementos deportivos necesarios, encarece cada acción adquisitiva de las federaciones deportivas de nuestro país.
Muchos de los artículos necesarios en cada especialidad son confeccionados exclusivamente por sucursales norteamericanas y para llegar a ellos, el estado cubano debe transitar entre no pocos intermediarios que elevan los precios de cada compra.
«Nosotros estamos en desventaja con respecto al resto de los atletas del mundo. Todos ellos tienen acceso a lo más avanzado del deporte en el orbe y nosotros no. Tenemos que prescindir de muchos implementos necesarios para nuestro entrenamiento, y aún así, nos imponemos en cuanto escenario pisamos. Somos atletas hechos a coraje, por eso nuestra victoria es más grande», declaró a JR el campeón olímpico y recordista mundial de los 110 metros con vallas, Dayron Robles.
Las afectaciones por esta causa durante el último año ascienden a más de 450 000 dólares, a los que se suman otros 30 000 por concepto de flete por cada transportación.
Artículos deportivos como cintas métricas, pértigas, discos, protectores, cobertores y colchones de marca UCSPRINT en el atletismo; bates LOUISVILLE, DE MARINI, WILSON, y guantes, petos, mascotines y caretas de la marca RAWLINGS en el béisbol; así como los accesorios SPEEDO en la natación, son implementos de alta calidad y normados en muchas ocasiones como de uso obligatorio por las federaciones internacionales.
Ello provoca una adquisición forzosa a pesar de los altos costos y prohibiciones impuestas por el gobierno norteamericano para su compra.
Varios de los mejores circuitos internacionales están en suelo norteamericano y a pesar de invitaciones directas a nuestros atletas, el gobierno de los EE.UU. impide o dificulta la participación cubana en dichas competiciones, por lo que esa tan necesaria confrontación se ve truncada y trasladada a escenarios menos exigentes.
Generalmente los pagos por concepto de premios en competencias se dificultan, y el dinero tarda mucho en llegar al país, retardando en demasía los planes de desarrollo deportivo en Cuba.
La Industria Deportiva nacional también se ha visto afectada por el bloqueo del gobierno estadounidense. Surgida al calor de la necesidad de sustituir las importaciones deportivas, contaba en sus inicios con una producción de alrededor de 571 artículos. En cambio, hoy no alcanzan la cifra de 100 en su plan de confecciones.
El próximo 26 de octubre será votada, por decimonovena ocasión, la Resolución Cubana que exige el fin del bloqueo a Cuba. El INDER se suma a este llamamiento por la justicia hacia un pueblo que ha sufrido injustamente durante años sus efectos.
El pasado año el reclamo cubano fue aprobado por 187 de los 192 países miembros de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas. En esta nueva sesión, el movimiento deportivo de la Isla, junto al Estado y el pueblo cubanos, buscarán con otro buen remate, destrozar este inmoral bloqueo.