Ivica Olic marcó tres goles ante el Olympique de Lyon. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
Nueve años duró el último asedio futbolístico de los bávaros a la cima de Europa. El cerco terminó este martes en la ciudad francesa de Lyon, donde el Bayern de Munich descargó todo su poder sobre un Olympique insípido, sin armas para evitar un 0-3 adverso y su despedida de la Liga de Campeones.
Como en todas las batallas, cada vencedor tiene su caudillo. Y esta vez le tocó al croata Ivica Olic portar los galones, dar la voz de asalto, y hasta disparar el tiro de gracia. Sus trío de goles —es el sexto jugador que lo hace en una semifinal de «Champions»—, resultaron la mejor prueba de que el equipo muniqués se merece jugar la final en Madrid el próximo 22 de mayo.
Se conocía la superioridad del Bayern, pero no la abrumadora incapacidad de los franceses para tasar al alza su derrota. Desde los primeros compases del partido, la visita se sintió como en casa, con Müller siempre de cara al gol, Robben indetenible, Van Bommel sólido en el medio campo y Altintop potente. Así las cosas, nadie echó de menos la ausencia de Ribery a orillas del Ródano.
Después de muchos avisos a Lloris, se movió la pizarra. Fue una pared entre Müller y Robben que terminó en los pies de Olic. De espaldas a la puerta, el croata se sacó una mediavuelta de lujo, y llevó el balón hasta las redes.
Transcurría el minuto 26 y el Olymique seguía enredado en la misma pasividad que exhibió durante el duelo de ida. Nunca hubo noticias de Lisandro ni del «Chelito» Delgado en el frente, y mucho menos de un cambio capaz de trastocar los papeles antes del descanso.
Tampoco hubo variación en el inicio del tiempo complementario, salvo la doble amonestación del brasileño Cris que dejó al elenco anfitrión en «coma», y apuró los trámites de su defunción.
El verdugo, esta vez importado de otros reinos, volvió a definir con acierto un buen pase de Alintop, y prestó su cabeza para el remate que puso cifras definitivas al marcador. Lo demás fue cuestión de tiempo.
Así despertó del sueño este Olympique, que logró mucho más de lo que su presupuesto dictaba. Mató en el camino al multimillonario proyecto del Real Madrid y jugó la primera semifinal de su historia.
Para el Bayern llegó la oportunidad de certificar con un gran título su regreso a la élite europea. Después de escapar de su «entierro» ante el Florentina y el Manchester United, le queda por delante el Inter de Mourinho o el Barca de Guardiola. Y quién sabe si la ansiada gloria.
Hoy pelearán precisamente el Barcelona y el Inter de Milán en la Ciudad Condal. Los italianos llegan con la ventaja del triunfo por 3-1 en la ida.