La desaforada ofensiva de esta serie no es la más elevada históricamente. Tampoco las críticas al pitcheo pueden llevarnos a minimizar hazañas como la del granmense Alfredo Despaigne
La brutal ofensiva de la presente Serie Nacional ha puesto en alerta roja al pitcheo cubano. Hasta en la marcha por el 1ro. de Mayo escuché voces que «rajaban» abiertamente de los lanzadores criollos y minimizaban las hazañas conseguidas por el toletero granmense Alfredo Despaigne.
Es que somos cubanos y, como dice el refrán, «o no llegamos, o nos pasamos de la raya». Acepto que el pitcheo luce a ratos indefenso y nuestros bateadores quedan en evidencia cuando aparece un mayor rigor, como nos ocurrió en el Clásico Mundial frente a Japón. Pero Despaigne ha tejido una hazaña y no tiene sentido restarle méritos. Al César, lo que es del César.
Con todo lo desaforada que ha sido, la ofensiva de esta serie no es la más elevada históricamente, pues en la campaña de 1995-1996 se bateó para .311 en un calendario de 65 juegos. Ahora bien, con la estructura de 90 choques, el actual average de .301 sí es el mayor de por vida. Antes se promedió .297 en la temporada 2002-2003, según los datos de nuestro estadístico Benigno Daquinta.
Por cierto, en ese propio campeonato se pegaron 14 612 hits y se anotaron 8 079 carreras. Lo primero no fue récord, pues dos años antes se habían registrado 14 619. Ahora vamos por 14 332 disparos —lejos del tope—, pero llegamos a la cifra máxima de anotadas con las diez de ayer por la tarde en Morón.
Presten atención a una curiosidad. Industriales tiene el mayor average histórico para un equipo: .343 en la serie de 1988-1989. Sin embargo, ello no les alcanzó para ganar el campeonato y cedieron el título a Santiago de Cuba.
Con el formato actual del campeonato el récord no pertenece a la famosa «aplanadora» santiaguera como muchos piensan. El mérito fue de La Isla en 1998-1999, con .334 de promedio. Entonces los pineros finalizaron en un inédito tercer lugar, tras perder 4-3 la semifinal occidental frente a Industriales.
En fin, que nada es en blanco y negro, pues todo tiene matices en esta vida.
Récords van y vienenEl avileño Vladimir García aseguró este viernes el éxito de Ciego sobre Holguín (8-2) y de paso llegó a 25 juegos salvados en la contienda. Así, empató el récord histórico del pinareño Orestes González.
Ellos son los únicos lanzadores en superar los 20 en un mismo torneo, pero el villaclareño Yolexis Ulacia anda por 19 y puede sumarse al club.
Mientras, Yulieski Gourriel busca su hit número mil en series nacionales, pues comenzó anoche con 996. De tal manera, si no ocurre un milagro, conseguiría la gesta en el estadio Victoria de Girón, de Matanzas. Allí mismo lo hizo el «primogénito» Wilfredo Sánchez, el 16 de marzo de 1977.
Antes superaron esa marca otros diez peloteros espirituanos: Miguel Rojas, Osvaldo Oliva, José Raúl Delgado, Ruperto Zamora, Eriel Sánchez, Frederich Cepeda, Ixis Valle, Luis Enrique Gourriel, Lourdes Gourriel y Yunier Mendoza.
Además de Mendoza, este año arribaron al millar de cañonazos el avileño Yorelvis Charles, el capitalino Rudy Reyes, el cienfueguero Osvaldo Arias, el guantanamero Giorvis Duvergel, el camagüeyano Leslie Anderson y el pinero Vladimir García.
Vladimir todavía lo disfruta, pues llegó el pasado jueves durante el larguísimo extrainning que la Isla le ganó a Industriales en Nueva Gerona.
Finalmente, los dejo con otro hecho curioso: el pelotero cubano que menos veces al bate necesitó para conectar mil hits fue el tunero Osmani Urrutia (2749). Sin embargo, paradójicamente, lo hizo en 12 temporadas, mientras Omar Linares llegó en ocho, con cinco comparecencias más al cajón de bateo.
Yulieski va por su octava campaña y en ocho concretaron la hazaña también Lázaro Madera, Luis Ulacia y Michel Enríquez.
Nota: Los juegos Isla de la Juventud-Habana, Pinar del Río-Industriales y Metropolitanos-Cienfuegos fueron suspendidos por lluvia y problemas con la transportación de los equipos. Hoy habrá dobles programas en Nueva Gerona, Pinar y la capital.