«Tato» Oviedo, junto a Nancy Carrillo (izquierda) y Yusidey Silié. Foto: Roberto Meriño «Siempre soñé con una medalla olímpica y creo que estas muchachitas llenas de esperanzas y ambiciones me ayudarán a lograrlo», nos dijo recientemente Luis Oviedo, el nuevo director técnico de la selección femenina cubana de voleibol.
«Tato», como se le conoce cariñosamente, es un espigado moreno que está próximo a cumplir 52 años. De ellos, ha vivido 40 como integrante de la familia del deporte de la malla alta en Cuba. El apodo se lo pusieron sus compañeros de la EIDE, cuando ingresó en 1969 con solo 13 años.
Más tarde, el joven prospecto asistió en función de atacador auxiliar a los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980. Allí Cuba se ubicó en la séptima posición.
Poco después, «Tato» sufrió operaciones en las dos rodillas y estas lo llevaron a retirarse en 1986. Entonces ya atesoraba sendas medallas de oro y plata como jugador en los Juegos Panamericanos de San Juan 1979 y Caracas 1983; una de bronce en los Juegos Juveniles de la Amistad de 1975 en La Habana; dos de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982 y Santiago de los Caballeros 1986; y plata y bronce en copas del mundo.
Tras su retirada, se inicia en los trajines de entrenador en la ESPA de La Habana en 1987. Luego dirige al equipo femenino de Perú entre 1996 y 1998 y lo clasifica para el Campeonato Mundial. Más adelante desarrolla una labor similar en la India, antes de ser incorporado al colectivo técnico del elenco femenino.
Después integró el grupo de dirección del plantel masculino, a las órdenes de Gilberto Herrera, y meses más tarde llegó a tomar las riendas del elenco juvenil. Finalmente, viajó a Botswana para trasladar sus experiencias.
—¿Cómo valoras al grupo de jovencitas que han puesto en tus manos?
—El 65 por ciento tiene edad juvenil (19,4 años como promedio) y alrededor de 1,86 metros de estatura. Son talentosas, pero necesitan muchas horas de trabajo para elevar su rendimiento a los niveles tradicionales del voli femenino cubano.
También son jóvenes Nancy Carrillo, Rosir Calderón, Yanelis Santos y Yusidey Silié, quienes asistieron ya a los Juegos Olímpicos de Beijing. Además, despuntan con buenas perspectivas Yoana Palacio, Wilma Salas, Giselle de la Caridad Silva y Ana Yilian Cleger, aunque todas tienen iguales posibilidades de desarrollarse.
—¿Si tuvieras que jugar mañana un tope internacional, quiénes serían las regulares?
—Nancy, Rosir, Yanelis, Silié y otras dos de las que mencioné anteriormente.
—Kenia Carcacés y Rachel Sánchez están separadas de la preselección por indisciplina, ¿en qué condiciones se encuentran?
—Ellas participan actualmente en la Liga Nacional y se está evaluando su comportamiento para tomar decisiones. Quizá en el futuro puedan incorporarse de nuevo al equipo nacional.
—¿Qué tiempo se requiere para poner a tope el conjunto?
—Cuatro años. Entonces tendremos todas las respuestas.