Ocho de los boxeadores que nos representaron en los pasados Juegos Olímpicos asistirán al certamen, donde pudiera «despertar» nuestra racha ganadora en torneos con carácter universal
Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero cada regla puede tener su excepción. Hace apenas unos días, el sitio web de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) acogió las declaraciones de Alexander Lebzyak, campeón olímpico hace ocho años y principal entrenador de la escuadra rusa, sobre el futuro de nuestro boxeo.«Los boxeadores cubanos se recuperarán de la discreta actuación en los pasados Juegos Olímpicos de Beijing, y regresarán a la cima durante la I Copa del Mundo», fue la sentencia del emblemático ex peleador, cuyos discípulos serán anfitriones entre el 10 y el 14 del mes en curso de ese naciente torneo universal.
¿Estará Lebzyak «tirando la toalla» antes del campanazo, o quiere evitar a sus pupilos la presión de sentirse favoritos? Ambas hipótesis son entendibles. Apenas dos olímpicos rusos han sido inscritos en la justa, y el resto de la «armada» esta compuesta por hombres que hasta ahora no habían tenido protagonismo en los principales torneos.
No obstante, son mayoría los que como él piensan que la ubicación por países en la pasada cita estival —con China a la vanguardia y Cuba anclada en el décimo puesto— sea un fiel reflejo del panorama boxístico a nivel mundial. Y eso, más temprano que tarde, debe cambiar.
Al momento de redactar estas líneas aún no había sido anunciado oficialmente el listado de competidores de la justa, en principio diseñada para reunir a los ocupantes de los primeros ocho escaños en los Juegos Olímpicos.
Mas un repaso por diferentes publicaciones digitales y sitios web de algunas federaciones nacionales es suficiente para adelantar que a la convocatoria estarán ausentes —por diversos motivos— no pocos de los «clasificados».
Por ejemplo, esta semana un despacho de la agencia AFP dio a conocer que James Degale, titular en Beijing de la división mediana, fue uno de los tres boxeadores olímpicos británicos que saltaron al profesionalismo de la mano del promotor Frank Warren, el mismo que condujo al boxeo rentado al prometedor Amir Khan luego de conquistar la medalla de plata en los Juegos de Atenas.
Las lesiones también han mermado las confirmaciones, como las de nuestro Emilio Correa, quien se recupera de una intervención quirúrgica en una de sus manos. Otros marcaron su adiós de los cuadriláteros tras combatir en la capital china, y verán de lejos la actuación de sus sucesores.
En medio de este panorama, ¿son favoritos los cubanos?
Una cosa es con guitarra... y otra sobre el ringLa ausencia del campeón olímpico en los pesos gallo aumenta las opciones del tunero Yankiel León. Durante los últimos tres años, y en parte por motivos fuera del plano deportivo, ningún boxeador cubano —de la categoría mayor— ha logrado encaramarse a lo más alto del podio en un torneo de carácter universal. Ahora pudiera disiparse esa espera.
Por lo visto, la nueva versión de la Copa del Mundo de boxeo no tendrá todo el rigor de las pasadas Olimpiadas, pero tampoco será un paseo por la capital rusa.
Ninguna de las escuadras que estarán representadas en el Palacio de Hielo moscovita contará con los servicios de tres submonarcas olímpicos, e igual cifra de medallistas de bronce a ese nivel. Sin embargo, ya el torneo dejó de tener un carácter colectivo.
Ahora, como ocurrió en Beijing hace unos meses, las fuerzas estarán bien niveladas y repartidas. Extraoficialmente, las categorías pluma y ligero welter contarán con sus campeones olímpicos, el ucraniano Vasyl Lomachenko —premiado como el mejor púgil de la Olimpiada— y el sorprendente dominicano Félix Manuel Díaz, respectivamente.
Entre los pesos gallos aparecerá el campeón mundial ruso Serguey Vodopianov, y en la categoría ligera estará su compatriota Albert Selimov, ganador como pluma en la cita universal de Chicago el pasado año.
Otros tres plateados en la urbe estadounidense como el minimosca filipino Henry Tanamor, el mediano venezolano Alfonso Blanco y el semicompleto ruso Artur Beterbiev le darán nivel a la justa en sus respectivas categorías.
A tenor con lo trascendido, se espera que entre los 88 fajadores que concursarán en la capital rusa, se encuentren otros medallistas olímpicos y otros premiados en Mundiales. Pero ninguna de estas condiciones les garantiza el éxito.
Habrá que ver en qué condición llega cada uno luego de un año agotador marcado por un exigente calendario que incluyó, además de los tradicionales certámenes, torneos continentales, lides clasificatorias olímpicas, y la cita estival como principal objetivo en la preparación.
¿Listos para el asalto?Tras la baja del ligero Yordenis Ugás, bronce olímpico y según la comisión nacional descartado por problemas con el peso, la escuadra cubana sumó al supercompleto Robert Alfonso gracias a la invitación de los organizadores, y redondeó en ocho su cifra de concursantes.
Hace pocos días, todos exhibieron sus condiciones durante la final del Campeonato Nacional de boxeo por equipos celebrada en Santiago de Cuba, con valoraciones diferentes.
En la indómita ciudad se vio a un Yampier Hernández (48 kg) mejorado, a Yankiel León (54) y Carlos Banteur (69) sólidos ante sus rivales, al jovencito Roniel Iglesias (64) todavía sin alcanzar el límite de sus posibilidades, y a Osmay Acosta (91) más confiado en el poder de su pegada y decidido a utilizarlo.
El mosca pinareño Andy Laffita tendrá un duro examen en Moscú. En contraste, el veterano Andry Laffita (51) no pudo concretar la superioridad de su rango de subcampeón olímpico, y Robert Alfonso (+91) pagó con un RSC las desatenciones defensivas que lo persiguen.
Por su parte, Idel Torrientes ganó todos sus pleitos, pero sigue sin cuajar esos desempeños que lo coloquen como favorito en los torneos de primer nivel.
Luego, los discípulos de Pedro Roque ultimaron los detalles de su puesta en forma en tierras pinareñas, etapa que satisfizo las expectativas del cuerpo técnico. El ring dirá la última palabra.
En Moscú deben escucharse las notas del himno de Bayamo, y comenzar a cumplirse la profecía de Lebzyak. Pero más allá de cualquier predicción, su mayor acierto ha sido ver desde la distancia que «una nueva y prometedora generación de boxeadores cubanos está creciendo aceleradamente». Después del Campeonato Mundial Juvenil celebrado en la ciudad mexicana de Guadalajara y el recién concluido torneo doméstico para colectivos, le puedo asegurar que no se ha equivocado.