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El Zenit de San Petersburgo, campeón de la Copa UEFA, se impuso anoche dos goles por uno al Manchester United inglés, monarca de la Liga de Campeones, y se adjudicó sorpresivamente la Supercopa de Europa.
Así, el Zenit avisa que no será un manjar para el Real Madrid o el Juventus en la fase de grupos de la «Champions» 2008-2009. Por el contrario, el campeón ruso no es un equipo menor, sino un conjunto con calidad que le ha perdido el respeto a la «aristocracia» europea.
Lo hizo en la UEFA primero con el Bayern Munich, al que goleó en la semifinal (4-0). Luego, este viernes zarandeó sin complejos al Manchester. Su técnico, el holandés Dick Advocaat, se permitió el lujo, incluso, de dejar en el banquillo durante la primera mitad a la estrella Andrei Arshavin, quien conquistó nuestros corazones en la pasada Eurocopa.
El Zenit marcó instantes antes del descanso, en un saque de esquina lanzado por el argentino Alejandro Domínguez, peinado hacia atrás por Igor Denisov y que introdujo en la cabaña rival Pavel Pogrebnyak. Luego, el portugués Danny amplió la ventaja al minuto 59, en una bella acción individual.
Desesperado, el Manchester echó manos a Carlos Tévez, su jugador más importante en ausencia de Cristiano Ronaldo. Del argentino salió el pase dentro del área que convirtió en gol el central serbio Nemanja Vidic, al minuto 73.
Vino entonces la esperada reacción del equipo de Alex Ferguson y se equivocó el Zenit, que se echó atrás en busca de un contragolpe letal. Este casi llega en una jugada entre Danny y Arshavin, aunque no era la filosofía adecuada.
El Manchester marcó de nuevo, pero «de mentiritas», con la mano de Scholes, quien se ganó la segunda amarilla y tuvo que abandonar el campo. El Zenit logró, pues, la Supercopa, primera para un conjunto ruso.
