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El cubano ganó el título del envión en los 56 kg. Su coterráneo Adán Rosales (62 kg) no pudo concretar ningún intento válido

Por segundo año consecutivo, el matancero Sergio Álvarez afincó el debut cubano en el Campeonato Mundial de halterofilia, al conseguir el título del envión en la división de 56 kilogramos.

Así, el pequeño atleta yumurino sumó su tercera presea en estas lides y se ratificó como uno de los aspirantes al trono en los venideros Juegos Olímpicos de Beijing 2008, aunque en honor a la verdad, esta presentación estuvo por debajo de sus potencialidades.

Si hace un año en Santo Domingo Sergito se colgó un metal bronceado en el arranque con 123 kilogramos en la palanqueta, ahora en la ciudad tailandesa de Miang Chai solo sostuvo 118 kg antes de fallar en dos ocasiones con 122, y terminar en el noveno puesto del movimiento.

Pero, como suele suceder, en el envión la historia fue distinta: abrió sin contratiempos con 150 kg, no pudo alzar luego los 156 que le daban un kilo de ventaja sobre el norcoreano Kum Chol Cha, pero sí lo hizo en el tercer intento y estableció en ese momento un marca inaccesible para el resto de sus rivales.

Mas, el discreto desempeño en el envión terminó pasándole factura a sus aspiraciones de conquistar una segunda presea en este mundial, y quedó a cuatro kilogramos del tercer lugar en el total.

Así, aunque el propósito de mejorar sus marcas personales (123+157) no fue posible, resulta muy meritoria la faena de Sergio, quien cierra con un cetro mundial su actividad en el presente año, luego de coronarse en los pasado Juegos Panamericanos, asumido como el principal compromiso de la temporada.

Arranque: 1. Zheng Li (CHI) 130 kg; 2. Kum Chol Cha (PRK) 128 kg; 3. Anh Taun Hoang (VIE) 127 kg; Envión: 1. Sergio Álvarez (CUB) 156 kg; 2. Kum Chol Cha (PRK) 155 kg; 3. Eko Yul Irawan (INA) 154 kg; Total: 1. Kum Chol Cha (PRK) 283 kg; 2. Zheng Li (CHI) 283 kg (mayor peso corporal); 3. Eko Yul Irawan (INA) 278; 4. Sergio Álvarez (CUB) 274 kg.

Aunque ubicado en el grupo B de la división de 62 kilogramos, el cubano Adán Rosales era candidato a pelear por una medalla en el envión, pues hace un año quedó en el cuarto puesto sin acercarse a su marca histórica de 167 kilos.

Pero, sorprendentemente, el levantador tunero no pudo concretar ninguno de sus tres intentos de arranque con solo 122 kilos sobre la barra, un peso que suele levantar con extrema facilidad.

¿Qué le sucedió? Lamentablemente, la respuesta es una incógnita a despejar cuando el equipo regrese a casa. Desde la distancia, solo puedo intuir que el monarca panamericano no tuvo su mejor día sobre la plataforma, pues según lo reflejado en el sitio web de la competencia, intentó alzar 159 kilos en su primera prueba de envión y falló. Después, no lo volvió a intentar.

De tal manera, el capitalino Yordanis Borrero, quien en la pasada cita universal fue el cuarto mejor hombre de los 69 kilogramos, es quien parece ahora más cerca de darnos otra medalla.

Esta vez Borrero estará enrolado en el grupo B, por lo que después de competir tendrá que esperar 24 horas para conocer su suerte, y concretar su aporte a la causa de conseguir para Cuba el mayor número de boletos olímpicos.