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Río de Janeiro.— En un combate no apto para cardíacos, el cubano Oscar Braison superó por Hantei (decisión de los jueces) al brasileño Joao Schlittler, para alzarse con el título de más de 100 kilogramos, en el debut del judo en estos XV Juegos Panamericanos.
Aunque parezca contradictorio, les comento que a pesar del constante hala-hala y traqueteo, ¡no hubo! puntos técnicos ni penalizaciones en diez minutos. Ni los cinco minutos reglamentarios, ni los otros cincos que se dirimieron bajo la regla del «punto de oro», exhibieron un monarca.
Mas, es justo reconocer que Braison le aplicó una clara técnica de pierna a su rival, la cual pudo ser, y no fue decretada en el segundo período como yuko por el árbitro colombiano José Granada.
El Pabellón 4-A de Ríocentro, era un hervidero. La torcida brasileña no cesaba de corear el nombre de su ídolo, el joven soldado Joao.
Pero la sentencia final del trío de jueces, fue favorable 2-1 a Braison. ¿Y saben quién votó en contra del cubano? El mismísimo Granada. ¡Alabao!
«Siempre estuve agresivo. Marqué en par de ocasiones, una de ellas clarísima, pero nunca me favorecieron. Mas, yo sabía que el yuko que no me habían cantado, me iba a dar el triunfo en el hantei», aseguró Braison a JR.
Mientras, el bronce del judo cubano en esta primera fecha fue al aval de Ibis Dueñas, en la división de más de 78 kilogramos, tras caer en cuartos de final ante la mexicana Vanessa Zambotti por ventaja de koka.
Hoy escalarán al tatami las cubanas Yurisel Laborde (78) y Onix Cortés (70 kilos), en tanto Oreidis Despaigne (100) y Jorge Benavides (90) lo harán por los varones.
